miércoles, 30 de octubre de 2024

En la torre de marfil.

Los cielos eran su reino, solo lo compartía con ella. La libertad que tenía en vuelo era su forma de demostrarle su amor, llevándola en brazos y desplegando sus alas majestuosas y fuertes. 

Alzó el vuelo hasta uno de los confines inexplorados. Su naturaleza esquiva había encontrado su alma gemela en ella. Era uno de los últimos dioses que protegían y guardaban la sabiduría de antaño, y ahora la compartiría con ella. 

La llevó a su torre inexpugnable, donde la amó sobre la cama de mullidas plumas hasta que se puso el sol. Solo entonces se mostró a ella con su apariencia inmortal. Él la seguiría allá donde fuera, era su protector y amante.

M. D. Álvarez

No hay comentarios:

Publicar un comentario