domingo, 28 de abril de 2024

Desde críos.

 Su amor iba más allá de lo inimaginable. Se querían casi desde la guardería. Él la protegía siempre. Se llevaba todos los golpes, pero ella siempre le cuidaba.

Con el tiempo su amor fue haciendose mas y mas fuerte, poderoso e inquebrantable. Él era más duro y seguía encajando los golpes como si nada, y ella seguía cuidando de él con ternura

Pero ellos dos, como un huracán imparable, estaban dispuestos a arrasar con todo lo que se interpusiera en su amor.

M. D. Alvarez

sábado, 27 de abril de 2024

¿Suicidio, o asesinato?

La bala en la sien, solo podía ser o un ajuste de cuentas o un suicidio. Nada en la habitación hacía pensar en un ajuste de cuentas. No había signos de lucha y sobre la mesilla de noche se encontró una nota de suicidio que decía: "Lo siento, pero no aguanto más.". 

Sin embargo, algo fallaba: el tiro se lo pegó en la sien derecha y la victima era zurda. Así que será una investigación de asesinato, no de suicidio. Con lo fácil que sería que se hubiera pegado un tiro en la sien izquierda. 

Ya estaría en casa calentito en vez de chupado frío, indagando sóbre los enemigos que podría tener aquel pobre desgraciado.

M. D. Alvarez

Invitación.

Una puerta abierta no siempre es una invitación a entrar. Sino que se lo digan al pobre incauto que se quedó encerrado en la cámara de seguridad del banco.

Cuando fue rescatado, no se le ocurrió otra cosa que decir:

"¡Es que me pedía que entrara y no me pude resistir!"
M. D. Alvarez 

viernes, 26 de abril de 2024

El faro del fin del mundo

Aquel faro que apareció en la noche no presagiaba nada bueno. Allí no había corrientes peligrosas y mucho menos se formaban grandes tormentas. 
Era una playa tranquila. Poco a poco, el terreno se volvió más y más abrupto y salvaje, y comenzaron a producirse todo tipo de fenómenos atmosféricos. El mar se volvió violento e incontrolable. Solo aquel faro permanecía anclado en su ubicación para advertir de los peligros que acechaban a los lobos marinos que se atraían a transitar por aquellos lares. Su aparición vaticinaba el fin del mundo, pero no como esperábamos. El mar engulliría toda la tierra, dejando tan solo un majestuoso faro que recibiría el nombre del faro del fin del mundo.

M. D. Alvarez 

La mujer bala.

Todo el mundo sabía que era una mujer bala. Todo el mundo, salvo ella, que no sabía por qué llevaba aquel extraño pijama rojo y el no menos extraño casco de color amarillo.

Pero lo que más le extrañaba era la escueta capa de color amarillo chillón, que la llevó a pensar que era una heroína que podía volar.

Por eso se extrañó de que la miraran con estupor cuando se encaramó en lo alto del campanario y se arrojó al vacío.

M. D. Alvarez 

Instinto animal

Por fin libre y sin ninguna cadena que le apretara el cuello cuando se revolvía.

Aún no sabía qué hacer con su recién estrenada libertad. Seguía acurrucado a los pies del sitial donde había sido dejado por su amo.

Pero ahora su dueño no estaba y se le abrían nuevos horizontes por explorar.

Ante él se extendía una inmensa selva negra llena de olores y sonidos que le llamaban y recordaban su tiempo de juventud, cuando era el rey de la jungla y nadie osaba enfrentarse a él.

Al final, hizo caso a su instinto salvaje y partió en dirección a la jungla para reclamar sus dominios.

M. D. Alvarez.

jueves, 25 de abril de 2024

Flower power.

Una semilla en la tierra desolada no crece, pero aquella semilla era diferente a todas. Sus genes habían sido modificados para soportar las condiciones más adversas.

Por eso, nadie se explica el resultado final, ya que surgió una nueva especie de flor que nos subyugó de tal forma que abandonamos todas nuestras tareas, hasta tal punto de hacernos desaparecer de este planeta y dejar en herencia a la naturaleza el planeta que un día fue nuestro.

M. D. Alvarez

miércoles, 24 de abril de 2024

Atraco con agravantes

Le cobrarán en aquella fila de la izquierda, si no le importa", le dijo la cajera sacando un cartelito que ponía: "Almorzando".

Pero él no se movió. Sacó un arma y colocó ante la ventanilla un papel que decía: "Esto es un atraco".

La cajera se fue poniendo de todos los colores: primero pálida, luego roja, después verde y por último, se puso de color morado. Se había atragantado con un bocado del almuerzo. 

¡Qué culpa tenía él si le había tocado la cajera asustadiza! Ninguna. Él había ido a lo suyo, a atracar el banco.

M. D. Alvarez 

Planta carnívorora..

Una semilla en la tierra desolada no crece, pero en tierra fértil germina con tal fuerza que es difícil extinguirla. Para cuando aquella semilla tratada genéticamente cayó del lado fértil de la valla, ya no hubo quien la contuviera. El experimento había sido un éxito. Germinaban tanto en el terreno desolado como en el fértil.

Pero no podíamos prever lo que sucedió después, ya que lo que cayó por detrás de la valla se descontroló, creciendo exponencialmente hasta cubrir la práctica totalidad del planeta.

Lo grave de todo esto es que eran semillas de planta carnívora y las hicimos resistentes a todo lo inimaginable y centuplicamos su tamaño. ¿A qué no sabéis de qué cazan ahora? 

M. D.  Alvarez 

Mujer bala.

Todo el mundo sabía que era una mujer bala. Todo el mundo, salvo ella, que no sabía por qué llevaba aquel extraño pijama rojo y el no menos extraño casco de color amarillo.

Pero lo que más le extrañaba era la escueta capa de color amarillo chillón, que la llevó a pensar que era una heroína que podía volar. Por eso se extrañó de que la miraran con estupor cuando se encaramó en lo alto del campanario y se arrojó al vacío.

M. D. Alvarez

sábado, 20 de abril de 2024

La guía.

Su  estabilidad emocional era imprescindible para la subsistencia de su creación y en aquellos momentos  su equilibrio no estaba en sus cabales. Las emociones le hacia mas vulnerable a las experiencias extracorporeas. Debía centrarse o acabarían con el. Lo intuian y estaban rabiosas por encontrarlo.  Su creación y el corrían grabe peligro si no encontraba la cordura suficiente psra regresar a salvo a su cuerpo que permanecía en la cama.
Ella era extraordinaria  y sería su guía, pero para ello debía regresar de aquel viaje expantoso por la zona lúgubre,  oscura y cenagosa. 
M. D.  Alvarez 

viernes, 19 de abril de 2024

¿Evolucionar, o no evolucionar?

Igual que lo hacen las ballenas, lo haremos nosotros. Aprenderemos a evolucionar,  o mos extinguiremos sin remedio.
Fue lo que dijo el diablo de tasmania antes de crecer un poco más de lo normal para su especie, pero lo único que logró,  es que los aborígenes lo externinaran más rápido por su carne y su piel. 
¡Así que mucho cuidado con evolucionar antes de tiempo!. Porque  la naturaleza no se salta ninguna evolución.
M. D.  Alvarez 

jueves, 18 de abril de 2024

La belleza de la oscuridad.

Detrás de la ventana, nada de nada, pero él lo había visto, aunque lo tomaran por loco. Él sabía lo que había visto.

No era muy común ver una criatura de la que no se tenía constancia desde hace, por lo menos, 1000 años, y mucho menos que le pidiera permiso para entrar. 

Sabía que tenía que decirle que no, pero tenía curiosidad y era tan hermosa que no fui capaz de negarme.

Ahora soy yo quien tiene que pedir permiso.

¡¡¡¿Me dejas pasar?!!!

M. D. Alvarez

miércoles, 17 de abril de 2024

Superior Sapiens.

Una calavera,  pequeña . Solo eso era lo que había en la cripta que llevaba sellada alrededor de 4,5 millones de años. Se encontraba en muy buen estado y se logró tomar muestras de ADN de las muelas de aquel primitivo homínido. 

¿Estábamos ante el eslabón perdido? Lo extraordinario de esta especie era su capacidad craneal, que era cuatro veces la nuestra. 

¿Qué habría pasado si no se hubiera extinguido? Lo más seguro sería que no estaríamos aquí. Sino que ni siquiera habríamos evolucionado a Homo sapiens sapiens. 

La calavera en cuestión recibió el nombre Superior sapiens. Cuando desapareció, heredamos la tierra.

Baile cósmico.

Su forma de bailar era intensa y lograría vencer a todos los adversarios que le habían retado en un duelo de baile. No sabían que él era el vigente campeón y aquella batalla lo encumbraría al más alto nivel de campeones de la galaxia. 

Todos ellos se enfrentarían en un combate por el título de campeón universal. Solo él podía lograr derrotarlos a todos. 

Su espíritu y su entrega eran profundos e inquebrantables. Su valor y su pericia serían inigualables.

Su potencial lo llevó a derrotar a todos y alzarse como campeón universal de baile. Un auténtico honor para un humano sin igual. 

M. D. Alvarez

martes, 16 de abril de 2024

Su voz

Tenía una voz aterciopelada y seductora. Los llevaba de calle a todos sus fans, pero ella solo quería a uno en especial: su mejor amigo y compañero.

Sus canciones le evocaban viejos recuerdos de antiguos mundos oscuros y lúgubres donde los dos habían mantenido algo más que una amistad. 

Habían sido amantes y su amor fue lo que resquebrajó el universo existencial por donde escaparon a nuestro universo y llegaron a nuestro mundo. 

Estaban predestinados a encontrarse y amarse de nuevo, con el consiguiente destino de nuestro universo en desquebrajarse de nuevo. 

Ellos eran los destructores de universos, con su amor. Y solo su voz podía evocar sus destinos.

M. D. Alvarez 

Vinieron de fuera.

De la noche a la mañana, misteriosas moles de setecientos metros surgieron, estratégicamente ubicadas frente a todas las bases militares. Su aparición interrumpió las comunicaciones entre el mando y las bases, y su presencia no auguraba nada bueno.”

Lo que ocurrió a continuación nos pilló por sorpresa. No sabíamos a qué habían venido, pero nada bueno presagiaba la situación de los monolitos.

Aunque parecían gigantescos menhires, nada nos avisó de lo que podían hacer, solo unos picos nos dimos cuenta de que desprendían gran cantidad de energía que utilizaron para destruir nuestras defensas. 

Habíamos sido derrotados y ahora estábamos a su merced. Y al parecer lo único que querían era comer, pero tenían un gusto insano por nuestra carne. Ahora nosotros somos su ganado.

M. D. Alvarez 

lunes, 15 de abril de 2024

Llorareis lágrimas de sangre.

Vosotros lloraréis lágrimas de sangre por vuestros pecados, yo no os perdonaré en eones, ya que me habéis herido. No tendré compasión con vosotros.

Me arrebatasteis al ser más maravilloso de toda la creación y hasta que se congele el infierno no habrá paz para nadie.

Y cuando creáis que me he olvidado, tenedlo por seguro que mi odio hacia vosotros no desaparecerá, es más, perdurará en los siglos, eones, hasta el final de los tiempos.

Me privasteis de mi alma gemela, la que podría cambiarlo todo. Y la única que se complementaría con mi alma oscura.
M. D. Alvarez

Palidecer el Sol.

En un abrazo apretado, te llevaré lejos, envueltos en una nave blanca, donde ningún ojo curioso pueda ver palidecer nuestro amor en este idilio.

Así como Zeus protegió a Alcmena, su amada, de las miradas asesinas de Hera, yo también te amaré como a una diosa. Entre nubes impredecibles, haremos palidecer al sol cuando saciemos nuestro amor.

Semilla.

El encuentro, breve pero intenso, dejó huellas imborrables en ambos. Tú, con una semilla en tus manos, símbolo de posibilidades y crecimiento. Él, con un recuerdo que se anidó en su corazón, como un tatuaje invisible pero eterno.

La semilla, pequeña y aparentemente insignificante, guarda en su interior un potencial inmenso. ¿Qué crecerá a partir de ella? ¿Un árbol majestuoso, con raíces profundas y hojas que danzan al viento? ¿O tal vez una flor delicada, efímera pero llena de belleza?

Y el recuerdo, como un suspiro atrapado en el tiempo, persistirá. Acompañará a su portador en los días soleados y las noches estrelladas. Será un faro en la oscuridad, un consuelo en la tristeza, y una sonrisa en los momentos de soledad.

Así es como el encuentro fugaz se convierte en algo eterno. No importa si fue un instante o una vida entera; lo que cuenta es el impacto que dejó. Y en ese rincón secreto del corazón, la semilla germina y el recuerdo florece, entrelazando sus destinos de manera mágica y única. 
M. D. Alvarez 

domingo, 14 de abril de 2024

Su reino.

Una rubia de ojos azules y otra morena de ojos castaños eran hermanas, ambas serviciales y atentas. Aquella cafetería se convirtió en su rincón favorito, donde él podía dar rienda suelta a sus mundos de luz.

Era el lugar donde podía dejar fluir sus musas y crear su reino fabuloso lleno de seres etéreos, fantásticos y genuinos.

Su mente era capaz de crear mundos alternativos, gracias al cuidado que le dispensaban aquellas maravillosas escanciadoras de felicidad.

M. D. Alvarez

Diferencias

La dificultad de ser diferente radica en que los demás te vean con ojos distintos y te acepten con tus particularidades. Esta es la historia de un ser diferente. 

Ese ser soy yo, que con mis diferencias y cualidades, intento adaptarme a un mundo que, si cometes errores, te devora y escupe. Por ahora, parece que he caído en gracia. ¡Aún sigo aquí! 

Sin embargo, no sé cuánto tiempo me permitirá habitar en este medio tan caótico y global. Quizás le haya gustado mi carácter bipolar. Aunque lucho por mantener a raya mi lado perverso y oscuro.
M D Alvarez 

Auswich

Veo junto a su reloj unos números grabados como si fuera ganado y le preguntó.

-¿Abuelo por qué yo no tengo un número grabado como el tuyo?

-Porque tu eres único. -Dijo con cara de fingida tristeza. Eres único por tus ojos violetas y tu cabello rubio.

-Pero yo quiero un número como el tuyo. Le dije. 

La abuela y sus padres también tenían un número grabado en el antebrazo.

-Cuando seas mayor lo entenderás.  -Dijo su madre afligida por no poder explicárselo de una forma sencilla. 

Toda su familia, salvo su padre habían sobrevivido a Auswisch por la rara pigmentación de sus ojos.

M. D.Alvarez. 

Puntos oscuros.

Y detrás de la ventana, nada de nada, salvo un frío glaciar y una oscuridad más tétrica y tenebrosa, salpicada por tenues luminarias que trataban de dar más luz.
En el frío universo, si alguna pretendía brillar más intensamente, era inmediatamente sumida en un punto aún más negro y gélido que irradiaba aún más frío, evitando que se generaran las partículas creadoras de vida.
M. D. Alvarez 

sábado, 13 de abril de 2024

Púgil.

Se dibuja una sonrisa mellada que refleja su carácter pendenciero. Nunca ha perdido una pelea. Siempre ha jugado con sus contrincantes . Pri.eto los marea y luego cuando encuentra su punto débil.¡¡Zas!! Un gancho al hígado, o al estómago,  o a la mandíbula y los deja ko.
Esta vez no iba a ser diferente. Llevaba una hora danzando con el púgil. Y había descubierto que dejaba descubierto  su flanco izquierdo cuando lanzaba su demoledor puño 
Ya ea hora de terminar la pelea y dirigió esquibando sus ataques un gancho que impacto en la zona del páncreas que lo dejó tirado, a su contrincante en la lona. Lo había hecho otra vez y seguía invatido.

Mi otro lado.

Se entrenaban para estar muertos y explorar el otro lado, pero no contaban con que mi otro lado fuera tan oscuro, lúgubre y tenebroso. No lograrían atravesarlo y regresar a la luz.

Los convertí en mis siervos oscuros, que complacerían mi lado sombrío y depredador. Los desecaría y devoraría su luz hasta que no les quedara ni un ápice de ella.

M. D. Alvarez

viernes, 12 de abril de 2024

El Buick de mi abuelo.

Con nuestro mecánico de confianza, lograríamos que arrancara el Buick de mi abuelo. 
Llevaba parado no sé cuántos años. Creo que desde que murió, nadie lo volvió a sacar del garaje. 
Lo habíamos puesto a punto, pero nada, no quería arrancar. 
Era como si su viejo motor se hubiera apagado al mismo tiempo que el corazón de mi abuelo.
M. D. Alvarez :



jueves, 11 de abril de 2024

El fulgor.

Su determinación era firme. Sentado en la posición de loto sin ropa que lo resguardara del frío, se concentró hasta que logró no sentir frío. Sus compañeros lo buscaban tratando de salvarle la vida, pero él tenía que dejarlos, tenía que partir y quizás ya no lograría volver. 

Su mente logró disociarse de su cuerpo y vio llegar aquellas formas oscuras que deseaban introducirse en su cuerpo. No se lo permitiría, porque si lo lograban, entrarían en nuestro maravilloso mundo. En ese momento tomó consciencia de su verdadero poder y las fulminó sin dejar ninguna. Fue entonces cuando vio llegar aquel resplandor que lo devolvió a su cuerpo.

Ella le reclamaba, y sería suyo para siempre. Siempre volvería junto a su preciosa esposa y su pasión por la vida.
M. D. Alvarez 

miércoles, 10 de abril de 2024

¿Día bueno,o día malo?.

Como cada tarde, regresaba su padre. Ella reconocía su humor con solo echarle un vistazo. 

Si había tenido un turno duro, se reflejaba en su forma de andar: encogido y cabizbajo. 

Pero si su turno había sido especialmente bueno, su manera de andar y comportarse era feliz y dicharachero. 

Aquella noche, las niñas tendrían a su padre contándoles cuentos fabulosos. Pero cuando no estaba de humor, los cuentos eran terribles, oscuros y tristes.

M. D. Alvarez 

Aullido de dolor.

Aquel aullido era de un dolor intenso, un dolor tan profundo que hizo estremecer a la misma tierra y temblar de miedo.

Su furia se desató contra todos aquellos que habían fraguado la trampa con la que habían atrapado a su pareja y le habían dado muerte.

No habría clemencia para nadie. Les haría sufrir de la misma forma en que él estaba sufriendo. Cuando aplacara su ira, volvería con su camada y cuidaría de sus crías como un buen padre.

M. D. Alvarez. 

martes, 9 de abril de 2024

Doña Guadaña.

-Muerto, pero mío... Por fin te he atrapado -dijo la señora-. Eres mío para toda la eternidad. Tus huesos blancos, tu ajada carne y todo tu ser me pertenecen. En vida no me hacías caso, me ignorabas y ahora que estás muerto te reclamo.

-¡Que sepáis que no sois inmortales y yo, doña guadaña, tengo el poder de arrebataros la vida cuando me parezca! -exclamó la negra muerte, tocando con su guadaña al difunto que se alzó presuroso junto a ella.

M. D. Alvarez


lunes, 8 de abril de 2024

Sin pensar

Sin pensármelo dos veces, me tiro al agua desde una altura de 50 metros para rescatar a los accidentados del autobús. El accidente sucedió poco después de mi llegada y no me dio tiempo de despedirme de mi esposa e hija. Si no regresaba, no tendría tiempo de pedirles perdón por todo el daño que les había causado. Solo era cuestión de suerte poder volver junto a ellas y si lograba salvar a los pasajeros y regresar con mi familia, sería el hombre más dichoso del mundo.

M. D. Alvarez

domingo, 7 de abril de 2024

El ciclo.

La noche es una estrella en tu cucharilla, y el día es la tacita de donde tomas las estrellas del cosmos. 

La misma cucharilla con la que das vueltas al movimiento del universo, para dar comienzo a un nuevo ciclo hundiendo de nuevo en la tacita, y sacando una nueva estrella, que dejas dulcemente en el tapiz donde vas tejiendo sus futuros presentes.

M. D. Alvarez 

Sin salida y sin alma.

Se desatarían todos los infiernos, pero no podía remediarlo. Estaba en su naturaleza voluble atraer el mal y era cuestión de tiempo que lo encontrara para cobrarse todas las veces que le había engañado.

No estaba seguro de si esta vez lo encontraría, pero tenía que intentarlo una vez más. Aquella sería la última vez que retaría al diablo. Le habían detectado un cáncer terriblemente agresivo. Y quería que lo recordaran como el retador de diablos.

Con lo que no contaba era que el diablo es más sabio por viejo que por diablo. Y lo libró del cáncer, pero lo atrapó, dejándolo sin salida y sin alma.
M. D. Alvarez 

sábado, 6 de abril de 2024

El ultraje.

No habría clemencia para aquellos que habían mancillado su lugar de culto. No habría perdón para los pecadores que habían ultrajado a su sacerdotisa favorita.

Su ira se desencadenaría contra todos ellos y lo haría en persona. Su sacerdotisa no tenía culpa de nada, solo de ser su favorita y de yacer con él cuando lo deseara.

Comenzó eliminando a los cabecillas del grupo que los alentaban y jaleaban. Después borró de la faz de la tierra a todos aquellos que habían vejado a su amada.

M. D. Alvarez

Nota: Este relato es pura ficción y no tiene ninguna conexión con personas reales.

viernes, 5 de abril de 2024

¡La última!

Bajo un cielo cuajado de estrellas y constelaciones, y al amor de una gran hoguera, se amaron con pasión.

Las estrellas, testigos mudos, parecían parpadear en complicidad. Sería la última vez que se verían y tendría que perdurar en el tiempo y en su recuerdo.

No habría más encuentros físicos, pero sus almas se encontrarían en los sueños, en ese espacio donde las distancias no existen y los corazones laten en sincronía.

M. D. Alvarez

jueves, 4 de abril de 2024

Agarrate fuerte.

Agárrate fuerte, le dijo él, para que se agarrara del cuello. Comenzó una carrera trepidante entre riscos, todo ello bajo fuego enemigo. Tenía que sacarla de allí; estaba herida y había sido por él.

Trepaba por los muros con gran maestría; ella parecía no pesarle.

No paró de correr por todo el campo de batalla, evitando que les alcanzara una bala o una bomba.

Solo se detuvo una vez cuando llegó a su lugar de refugio, donde se conocieron por primera vez.

En aquella cabaña, él curó sus heridas con cuidado, ternura y mimo. Y no se separó de ella hasta que se hubo recuperado.

M. D. Alvarez

miércoles, 3 de abril de 2024

Visionaria..

No sé —murmuró Manuela compungida— tras la última oleada de visiones que le acababan de llegar de golpe y porrazo.

Apenas las distinguía; solo veía fogonazos de lo que podría ocurrir. Sus visiones no eran tan claras como cuando era niña, pero sabía que lo que acababa de ver era de suma importancia para ella y su familia.

Lo último que recuerda era una serie de siete números y su nombre en letras grandes: 5, 12, 32, ...

Manuela se fió de su instinto y jugó aquellos números. ¿Qué creen que sucedió? ¿Le tocó el gordo de la Primitiva? Pues va a ser que no. Los números no eran para participar en la Primitiva, eran la contraseña de la caja fuerte del Banco de España.

M. D. Alvarez 

lunes, 1 de abril de 2024

Adiestramiento y motivación

Se verían las caras a la salida del bar. Habían molestado a su pareja. Les esperaba una buena sorpresa y la paliza más impresionante. 

Nadie se metía con su novia y mucho menos aquellos catetos. Sorpresa porque no lo consideraban una amenaza. 

Creían que era muy joven, pero era lo suficientemente adulto para defender a su novia. 

La paliza fue de órdago y eso que ellos eran siete y él solo uno, pero bien adiestrado y muy motivado. Defendía a su novia y ella se lo agradecería más tarde, cuando se retiraran a la cama.

El amor entre ellos se manifestaba de mil formas distintas. A pesar de tener la misma edad, 20 años, él siempre la protegería a capa y espada. Desde la guardería, había sido su defensor incansable.

M. D. Alvarez 
 

sábado, 30 de marzo de 2024

¿Dios?

No sé por qué estamos aquí. Pero lo que sí sé es que alguien o algo nos cuida y nos dirige desde allá arriba.
¿Cómo llamarlo? ¿Dios, ente superior o gran hacedor?
Aunque parezca que aprieta, lo hace solo para probarnos y prepararnos para lo que está por llegar.
Su infinito amor nos protege y cuida, aunque nosotros no nos dejemos. Llevamos todos y cada uno de nosotros una chispa suya y cuando abandonemos nuestros cuerpos seremos absorbidos por su gran amor.
M. D.  Alvarez 

Su lugar.

Habían apresado y atado al muro de la ciudadela que debían destruir. Allí lo sometieron a todo tipo de torturas, pero no se quebró. Su voluntad era férrea e inquebrantable. No conseguirían que desvelara la ubicación de su base, porque allí era donde se encontraba su amada. Y él le prometió volver.

Así que, mientras aflojaban sus correas, él planeaba cómo acabar con todos ellos. Para que al final pudieran vivir en su mundo de amor y luz. Debia destruir los muros que separaban la luz de las tinieblas. 

M. D.  Alvarez 

Encarnación

Su aspecto era imponente, majestuoso. Tenía todo el aspecto de un avatar recién encarnado.

Pero no había bajado a la tierra para redimirlos de sus pecados. Había descendido por ella. La amaba desde el principio de los tiempos, cuando todo era oscuridad y nada existía, salvo ellos dos. Ella era luz y él su guardián.

En todos los mundos donde la había hallado, descendía para amarla y venerarla. Era su diosa. Tanto en los mundos oscuros donde reina la oscuridad más absoluta, porque ella era la única que llevaba la luz a las tinieblas.

Él descendía siempre que lo necesitara. Incluso en los mundos luminosos donde no era necesaria su luz, ella lo amaba apasionadamente, creando leyendas de héroes descendidos para salvar el planeta.

M. D.  Alvarez 

viernes, 29 de marzo de 2024

Revoloteando.

Aquella tarde, papá regresó a la tumba, entristecido y pálido, sin intenciones de volver a levantarse.

¿Cuántas veces se podía confundir al forense? Pero esta vez ya no había margen de error. Llevaba una estaca en el corazón y ya no volvería a levantarse para alimentarse de la sangre de sus hijos.

¡Los mismos que ahora revoloteaban sobre su tumba!

M. D. Alvarez 


jueves, 28 de marzo de 2024

Dolor

Aquel dolor era tan solo un aviso de lo que sucedería después: la oleada de dolor se iría incrementando hasta transformarse en un dolor continuo, un mar de dolor que había estado en calma y de buenas a primeras se había encrespado y parecía no amainar.

La elección se cernía sobre él como una sombra: aguantar y permitir que su resistencia creciera, o rendirse a los fármacos.

Ambas opciones eran un abismo, y en el filo de esa decisión, su voluntad se tambaleaba como un barco en la tormenta. Solo quedaba una solución: o aguantaba y dejaba evolucionar su poder para soportar el dolor, o bien sucumbía a los fármacos para no sentir dolor. En el último minuto decidió que aguantaría.

Soportaría el dolor, dejaría que su poder creciera. Porque en esa elección, en ese abismo, se hallaba la esencia misma de su ser.

Resistiré', murmuró al viento, como un juramento en la oscuridad. Y en esa palabra, en ese compromiso, encontró la fuerza para seguir adelante.

M. D.  Alvarez 

Perdón

Antes de que vuelva papá, tenemos que estar aseaditos, con los dientes limpitos y acostaditos cada uno en su camita. Así, cuando regrese, nos dará un tierno besito en nuestras cabecitas y nos contará un bonito cuento hasta que nos quedemos dormiditos.

Después, como cada noche, irá a ver a mamá, llorará ante sus cenizas y le pedirá perdón de nuevo.

Tenía que haber sido él quien se hubiera resistido en el atraco. Pero llevaban a sus dos pequeños y el instinto materno es mucho más fuerte que el miedo a perder la vida. 

M. D.  Alvarez 

miércoles, 27 de marzo de 2024

CSI

Antes de que vuelva papá, tenemos que dejar la habitación impoluta; ¡menuda nos espera si no la dejamos como estaba!! -dijo el mayor.

Pero ha sido un accidente; no creo que se enfade, -Dijo el benjamín..

¿Cómo no se va a enfadar? ¡Si la hemos puesto llena de polvo! No debimos tocar su maletín y mucho menos estornudar sobre los frascos;. -respondió el mediano; dejando el maletín negro con la inscripción CSI grabada en oro en el suelo.

Coge la escoba, la pala y el frasco del polvo; aún nos quedan un par de horas hasta que vuelva.

Pasadas un par de horas, volvió.

- ¿Qué ha pasado aquí?

No sé cómo lo supo, tal vez fue la cara tiznada del benjamín, o quizás nos habíamos dejado una huella. Pero no nos castigó.

M. D. Alvarez

El dador de nombres.

¡Déjala a ella que sea pájaro por una vez! - le recriminó la voz desde lo alto. Al fin y al cabo, tú ya has sido pájaro muchas veces y ahora te toca ser lombriz de tierra -dijo con tono de ironía.

-¿Pero por qué no un león? - quiso saber el hombre.

-Porque ya están asignados todos los nombres de animales, plantas y minerales. Y tan solo me queda la lombriz de tierra. Además, el que da los nombres soy yo -dijo rugiendo la voz- y no hay más que hablar. Tú serás lombriz de tierra y ella será pájaro.

Experimento.

Con esa exactitud tan característica de la ciencia, se pretendía probar la existencia de los tan enigmáticos agujeros de gusano. Pero, como la ciencia a veces se equivoca, lo único que consiguieron fue abrir una enorme fisura temporal por la que se coló una criatura un tanto peculiar que nos enseñó que todos venimos del mismo sitio y nos dirigimos al mismo lugar.

Os preguntaréis, ¿qué tenía de peculiar? Pues que era un enorme gusano parlante. Intentó enseñarnos más cosas, pero no le dimos tiempo. Un general a cargo del experimento lo incineró sin darle tiempo a decir ni una palabra más.

M. D. Alvarez 

Un corazón dos cuerpos

De corazón y científicamente estaba unidos  para toda la vida. De corazón porque compartían un mismo órgano palpitando y que latía al unisono y científicamente porque si los separaban solo uno de ellos sobreviviría y el riesgo de que esté muriera de pena es mucho mayor que seguir siendo dos cuerpos compartiendo un unico corazón.
M. D. Alvarez 

El héroe.

:Héctor, el heredero de un legado oculto, no solo era un prodigio en el intelecto y la agilidad, sino también un virtuoso del baile. Su estatura imponente y su presencia magnética eran complementadas por su cabello castaño y ojos azules, que reflejaban la pasión y la profundidad de su alma. A pesar de su fuerza ilimitada y su mente abrumadora, era en la pista de baile donde su espíritu realmente se liberaba.

El profesor Tanaka, consciente de la excepcionalidad de su pupilo, le enseñó a canalizar su energía a través del arte del movimiento. "El baile es una metáfora de la vida, Héctor", solía decirle. "Cada paso, cada giro, cada salto es un acto de expresión y resistencia. Así como dominas la danza, así debes navegar el mundo."

Elena, por su parte, veía más allá del bailarín. Ella conocía al hombre detrás de la leyenda, al ser humano detrás del héroe. Su amor por él era un reflejo de su admiración por su humanidad, no solo por sus dones. Juntos, encontraban un equilibrio perfecto, una danza de emociones y confianza que les permitía enfrentar cualquier desafío.

Con estos elementos, Héctor no solo es el guardián del planeta, sino también un símbolo de la belleza y la complejidad humanas, un hombre que, a pesar de su poder, encuentra su verdadera fuerza en la vulnerabilidad y el amor.
M D Alvarez 

martes, 26 de marzo de 2024

El encapuchados.

No podía dejar de mirar hacia la puerta de su apartamento, donde había comenzado a asomarse la sombra del encapuchado. 

Había venido por él, no le dejaría escapar. Bajo la capucha se escondía, según cuentan los viejos del lugar, un atroz asesino que vagaba por los páramos asesinando. 

Se cuenta que busca venganza por haber sido ajusticiado sin juicio y ahora se dedica a asesinar a todo aquel que se cruza en su camino, pero eso sí, a todos los que se lo merecen.
M. D.  Alvarez 

Nota: Este relato es pura ficción y no tiene ninguna conexión con personas reales.

Pasión.

Su mirada de un color azul intenso reflejaba su gran amor por ella. Ella lo quería desde que se conocieron en aquel bar. Él la protegió de aquellos maleantes. 

Después de aquello, ella sabía que él la protegería a toda costa. No se separaron jamás. Sus vidas transcurrieron llenas pasión y un amor imperecedero.. 

El continuo siendo su protector y ella le sigio amando con una pasión inquebrantable e indestructible. 
M. D. Alvarez

Matemáticas avanzadas.

Con precisión científica, intentaban demostrar que aquel teorema que les atormentaba era irresoluble. 

Sin embargo, lo único que lograron fue que un joven inverbe les diera una lección de matemáticas avanzadas.

M. D. Alvarez 


El ocaso de los dioses.

Hasta chocar con la pila de maderos que serviría para la pira funeraria de Balder.

Por primera vez sintió miedo. Si se enteran, de que él había sido el causante de la muerte de su hermano, la ira de los dioses recaería sobre él como el más destructor de los abismos.

No le quedaba otro remedio, así que culpó a su otro hermano de haber orquestado la muerte del dios más querido.

El pobre Loki cargó con la culpa; sin embargo, se tomó su venganza desencadenando el Ragnarok, el juicio final de los dioses.

M. D. Alvarez

La pila de maderos.

Hasta chocarse con la pila de maderos, que serían apilados sobre su cadáver a las doce en punto, como manda la tradición.

Pero ella no estaba muerta, no así su marido, un raja de uno de los cientos de reinos que había pedido un entierro tradicional, en el que se quemaba al difunto, a su mujer y al perro. Ella no tenía ni voz ni voto. Solo le quedaba rendirse y aceptar su destino, o no...

M. D. Alvarez

lunes, 25 de marzo de 2024

¿Qué es la belleza?

La belleza no siempre está a simple vista. A veces está oculta en el interior de algunas entidades que caminan por nuestro mundo. 

¿Cómo reconocerlas? Muy fácil, su corazón desprende una luz intensa que ilumina todo a su alrededor. 

Mi corazón brilla por todos aquellos que han sabido mirar más allá de las apariencias. 

Yo, como ente pensante, los percibo con más o menos luz, pero nunca los juzgaré por su apariencia.

M. D. Alvarez.

La luchadora

Por su sensible apariencia, nadie habría apostado por ella. Salvo yo, su entrenador.

Me la entregaron cuando tenía cuatro años. Era deliciosamente delicada en apariencia, pero por dentro era de puro acero.

Bloqueó a mi mejor luchador con tan solo 10 años. A partir de ahí, no ha perdido ningún combate.

Se movía por el cuadrilátero con tal precisión y ligereza que no había recibido ningún golpe. Y así mantenía su cara de niña buena.

Ella era mi campeona, jamás vencida.

M. D. Alvarez.

domingo, 24 de marzo de 2024

Transparente como el agua.

Así era yo, un demonio bajo la apariencia de un ángel. Nadie conoce perfectamente su verdadera naturaleza porque si fuéramos transparentes, nuestras identidades secretas estarían en constante peligro.

Por suerte para mí, el demonio que tenía dentro no era visible. Solo lo sacaba si era necesario. Aquella noche no pude mantenerlo oculto y surgió con todo su poder, pero seguro que no sabéis por qué apareció.

Aunque no lo creáis, también tenemos nuestro corazoncito y si vemos alguna afrenta que se esté cometiendo a la vista de todos y sin que nadie haga nada, entonces es cuando uno no se puede controlar y saca a ese diablo que lleva dentro.

Ahí es donde se manifiesta la verdadera naturaleza humana y ahí es donde yo perdí mi identidad secreta.

M. D. Alvare

sábado, 23 de marzo de 2024

El banquete.


 Todo había sido presentado con cuidado y esmero. Los platos habían sido preparados con mucho cariño y ternura. 

Su anfitriona los recibió con sus mejores galas y fue obsequiada con un precioso ramo de flores que presidió el banquete, el cual se alargó hasta altas horas de la noche. 

Un grupo de amigos así no tiene precio, y su amistad perdurará con el paso de los años. 

Su amistad será legendaria y será conocida en todo el multiverso por sus grandes hazañas..

M. D.  Alvarez 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Lucas nuestro gato escapista.

Qué hace ahí fuera Lucas, arañando la ventana. Lucas es nuestro gato de la suerte, entre otras muchas cosas. Lo rescatamos de morir ahogado cuando algún desaprensivo lo arrojó junto a sus seis hermanitos al río.

Es un gatito precioso, mimoso, y nos trajo la alegría y la paz con sus juegos, saltos y cabriolas; nos hace reír.

Lo maravilloso de Lucas es que tenía la facultad de escabullirse de cualquier sitio, pero nunca nos mostró cómo se escabullía y aparecía, por mucho que lo espiáramos.

M. D.  Alvarez 

martes, 19 de marzo de 2024

Dejad que cada uno sea lo que quiera.

¡Déjala a ella que sea pájaro! Al fin de cuentas, tú eres un león, él es una gacela Thomson y aquel otro dice que es Bonaparte. - Aseveró el hombre de bata blanca que se fue retirando en dirección al edificio blanco. 

M. D. Alvarez

lunes, 18 de marzo de 2024

En huelga. (R.E.C.)

Ninguna suya. Así podía titularse su última historia. Aunque para ello tendría que estrujarse las meninges. Sus musas se habían puesto en huelga. Solo una, la más pequeña, le contó. Porque ninguna era suya.

Su conocimiento fluía de las fuentes del saber universal y ellas, como guardianas, no podían permitir que se ganara la vida de esa forma.

Pero él lo hacía no para ganarse la vida, sino para mostrar al mundo todo su saber. Y ahora tiene que explicárselo de nuevo y así seguir disfrutando de sus susurros.

Menos mal que les gusta la música y enseguida se ponen a susurrarme. 
M D Alvarez 

Gemelos

Ninguna suya. Le había dicho su mujer, pero eso ya lo sabía él.

Tenía problemas de esterilidad, aun así las quería como suyas. Las gemelas eran el vivo retrato de su madre. Morenas y de ojos castaños. También guardaban cierto parecido con él. Y adoraba a su mujer, por eso contrató los servicios de una clínica de inseminación artificial. Cómo era posible que se parecieran a él.
El donante se parecería a él. Incluso su ADN era casi idéntico. No tendría por ahí un hermano gemelo.
Sus padres le habían ocultado un hermano gemelo malvado. 

M D Alvarez 

domingo, 17 de marzo de 2024

Ni Romeo, ni Julieta.

Su historia de amor sería la más recordada, incluso más que la de Romeo y Julieta.

No pertenece a nuestro mundo, sino que pertenece a uno de esos mundos donde todo es posible.

Todo comenzó con una mirada furtiva que incendió sus corazones. Aunque había algo que los separaba. 

Ella era de una familia de artesanos y él pertenecía a una de las castas más pobres, pero eso no les impediría amarse. Sus familias aceptaban de buen grado su unión.

Una vez, en el lago donde ella patinaba, el suelo se abrió y cayó al agua congelada. Él se arrojó tras ella para sacarla del agua helada. Cuando la sacó, la mantuvo con vida hasta que se despertó abrazada a su amado. Les envolvía miles de mariposas que revoloteaban a su alrededor, como en una danza nupcial.

Y diréis, ¿qué los separa? La muerte se llevó a su amado. Ella, con el corazón partido, erigió un santuario a los amantes. 

Quiero pensar que en la otra vida estarán juntos y unidos en un amor abrasador y apasionado, que no tendrá fin.

M D Alvarez 
Este relato está dedicado a Dua Lipa.

sábado, 16 de marzo de 2024

¿Quienes son?

¿Queréis saber quiénes son mis musas?

Los que me conocen ya saben a quién me estoy refiriendo: la música. Tengo gustos varios.

Me gusta la música de Dua Lipa, Evanescence, Ava Max, Madonna, P!nk, Jessie J, Linsey Stirling, etc.

Sí, ya sé que son distintos tipos de música, pero cada canción activa recuerdos arcanos e historias sin contar.

Si no resistieran mis musas, nada saldría de mi cabeza y no tendríais maravillosas historias que, quién sabe, puede que vengan atraídas por ellas de otros universos.

M. D. Alvarez 

viernes, 15 de marzo de 2024

Inif, hielo azul.

Inif, con su mirada gélida y un rastro de humanidad, era la última de su especie. Había luchado valientemente contra los asesinos de su familia, y su aspecto imponía respeto.

Su vida transcurrió en los fríos bosques de la sexta Era Glaciar, como miembro de una de las grandes tribus del norte. Pero su tribu fue diezmada por los del Oeste. Los supervivientes, incluida la familia de Inif, abandonaron sus queridos bosques para unirse a otras tribus. Sin embargo, una avanzadilla de la tribu atacante los persiguió. Cometieron un terrible error al no verificar que todos estuvieran muertos: Inif sobrevivió y juró vengarse de los asesinos de su familia.

Inif se convirtió en la portadora del secreto del hielo azul, entregado por su abuelo antes de partir de los sagrados bosques del norte. Su abuelo, Onahok, había sido el gran chamán de las antiguas tribus del norte. Tras abatir a la avanzadilla enemiga, Inif erigió un gran túmulo donde sepultó con todos los honores a su abuelo, su padre, su madre y su hermano pequeño. Sobre estacas, clavó las cabezas de los asesinos de su familia como advertencia: quien profanara el túmulo sufriría la misma suerte.

Decidida a vengarse, Inif partió en busca del jefe de la tribu del Oeste, que intentaba dominar los territorios del norte antes del invierno. Sin embargo, el tiempo apremiaba.

Su mejor aliado se acercaba: un viento glaciar del norte anunciaba que el invierno estaba a punto de llegar. Inif esperó a que las Órdenes de Cratok se arrebujaran para pasar el invierno. Cubiertos de pieles, parecían enormes focas fáciles de cazar. Su tribu la protegía desde pequeña, enseñándole a no temer al frío. Incluso podía sobrevivir con tan solo una piel de lobo, soportando temperaturas extremas que helaban los arroyos.

En contraste, la tribu de los Cariuk estaba acostumbrada a climas cálidos con altas temperaturas. Su piel morena y sus ropas ligeras les permitían soportar el calor abrasador de los desiertos del sur.

Inif se encontraba en una encrucijada. A pesar de su determinación, sabía que enfrentarse a la tropa de élite de Cratok sería una prueba extrema. La tormenta rugía a su alrededor, y la nieve se arremolinaba en espirales. Pero Inif no titubeó.

Los siete hombres de Cratok eran formidables. Disciplinados y letales, habían sobrevivido a innumerables batallas. Sin embargo, Inif tenía una ventaja: conocía el terreno como nadie. Se movía entre los copos de nieve como una sombra, sus pasos apenas audibles.

La lucha fue feroz. Espadas chocaron, y el hielo azul centelleó en la penumbra. Inif se enfrentó a cada enemigo con precisión mortal. Uno a uno, los hombres de Cratok cayeron.

Finalmente, solo quedaba Cratok. El jefe enemigo la miró con desprecio. "Eres solo una mujer", dijo con arrogancia. Pero Inif no se dejó intimidar. Sus ojos gélidos reflejaban la ira y la sed de venganza.

El duelo fue épico. Cratok era fuerte, pero Inif era más rápida y astuta. Esquivó sus ataques, encontrando las brechas en su defensa. Finalmente, con un movimiento certero, clavó su espada en el corazón de Cratok.

El jefe enemigo cayó de rodillas, la vida abandonándolo. Inif lo miró con frialdad. "Esto es por mi tribu", susurró. Cratok murió con los ojos abiertos, incapaz de comprender cómo una mujer solitaria había logrado vencerlo.
M D Alvarez 

jueves, 14 de marzo de 2024

Criatura perfecta

Era un portento de la naturaleza. Todo en ella la convertía en la criatura más espectacular y hermosa de todos los reinos. Cuando aparecía, el silencio se abría paso. 

Su espectacularidad era tal que podía convertirse en el ser humano más delicado, dulce y brillante que se hallara sobre la faz del planeta. Pero le acarrearía gran cantidad de problemas. 

Todos la consideraban ingenua, pero no lo era. Era lista e ingeniosa y decidió quedarse conmigo y ser mi musa. Mostrarme todos los secretos del universo y sus mundos oscuros.

M D Alvarez 

Mundos olvidados.

En este vasto universo, no estamos solos. Más allá de nuestra comprensión, existen otros mundos olvidados que surcan los confines del espacio y el tiempo. Estos mundos están poblados por seres como nosotros, que viven sus vidas sin prestar atención a lo que ocurre más allá de sus propias fronteras.

Sin embargo, la ignorancia no es siempre buna dicha. Un peligro inminente se cierne sobre estos mundos olvidados. Nosotros, los colonizadores, nos expandimos sin piedad, saqueando sus recursos naturales para nuestro beneficio egoísta. Codiciosos y sin escrúpulos, derrochamos lo que tomamos sin considerar las consecuencias.

El poder de unos pocos puede llevar a la extinción de muchos. Pero, ¿qué sucede si uno de estos mundos olvidados se alza contra nosotros? ¿Qué ocurre si se niegan a ser víctimas de nuestra avaricia y nos enfrentan con valentía?

La historia de estos mundos ocultos está por escribirse. ¿Seremos los conquistadores insensibles o los desafiados que se alzan para proteger lo que es suyo? El destino de muchos pende en un delicado equilibrio.

Así que, querido lector, levanta la cabeza y contempla los cielos. Los mundos ocultos están ahí fuera, esperando a ser descubiertos. ¿Estás listo para enfrentarte a lo desconocido? 

M D Alvarez 

miércoles, 13 de marzo de 2024

Ese oscuro objeto del deseo.

Lo único en lo que podía pensar era en que necesitaba a toda costa poseer a esa preciosidad. Sus 25 años, sus ojos azules y su cabello pelirrojo lo tenían de cabeza. No podía pensar en otra cosa.

Seguro que cuando la consiguiera, dejaría de tenerla siempre presente y el objeto de su deseo pasaría a ser otra de las muchas jovencitas que había por la calle.

¡Mujeriego! Sí. Pero tiene su explicación: solo había sido rechazado una vez y se juró no volver a serlo.

M. D. Alvarez 

Aura pura.

Su aura era negra como el azabache, pero siempre cabía la posibilidad de disiparla de forma pacífica.

A sus respuestas violentas, yo le respondía con mi resistencia pacífica, así hasta conseguir que su aura negra comenzara a variar su tonalidad.

Buena era yo para cambiar las auras más lúgubres y oscuras, ya que en mi vida pasada había sido Mahatma Gandhi y gozaba de una paz interior a prueba de bombas. Y a prueba de las auras más oscuras y funestas.

Me había encontrado con las auras más dañinas de todas y las vencí con mi resistencia pacífica.
M D Alvarez 

Una reina.

Su pelo rojo al viento le daba un carácter impredecible. Ella era la única que lograría unificar las tribus de los norteños, pero su amor permanecía en su tienda durmiendo entre pieles de oso. Era una joven increíblemente hermosa y de pelo negro como el azabache.

Antes de unirse, tendría que acabar con las disputas de los pueblos del norte para poder estar con su compañera, a la que amaba con locura. Todo ello se debía a que los hombres norteños no deseaban una reina que no pudiera darles un heredero al estar unida sentimentalmente con otra mujer. Pero todavía no estaba todo decidido, su guardia personal la apoyaba hasta la muerte si era preciso. Ella decidió adoptar un huérfano y lo nombró sucesor. Eso pareció calmar a los jefecillos envidiosos.

Su fortaleza la recibía de todos aquellos que la amaban y sabían de su dilema al amar a una mujer.

Revoloteando.

Las musas danzaban sobre mi cabeza susurrándome historias variopintas. Mientras yo dormía plácidamente, ellas bailaban a mi alrededor otorgándome todo el saber ancestral.

Las musas danzaban sobre mi cabeza, susurrándome historias variopintas. Mientras yo dormía plácidamente, ellas bailaban a mi alrededor otorgándome todo el saber ancestral.
M D Alvarez 

El adiós.

El profesor al que habían entregado su hijo, era la única persona que sabía de su existencia.

Pero tenían que partir en una misión que tal vez era su final. Se despidieron de su pequeño al que habían dotado de todos sus dones, para que cuando creciera se hiciera protector del planeta. 

Héctor que así se llama nuestro héroe, creció fuerte, hagil e inteligente.

Bajo la supervisión de su maestro que le hablaba de sus padres y le inculcado el amor a la humanidad y hacia el planeta. 

Los conocimientos de Héctor eran asombrosos, pero no podía ni debía divulgar sus conocimientos. No se atrevía a mostrar toda la sabiduría ancestral sin saber si sus conocimientos llevarían a la extinción de la raza humana. Ni siquiera su buen amigo el profesor Tanaka conocía sus pensamientos. 
Tan solo, Elena había logrado vislumbrar su potencial.

Y ella le amaba por no mostrarse tal y como era. Con ella era delicado, encantador y sensible.
M. D.  Alvarez 

Femme Fatale

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La historia fluye como un río turbulento, arrastrando consigo la pasión y el peligro. La protagonista, una Femme Fatale, se desliza entre la luz y la oscuridad, atrayendo a los chicos malos con su sensualidad y dominándolos con una sola mirada. Su poder es innegable, pero también su soledad, pues después de usarlos, los abandona sin mirar atrás.

Sin embargo, el chico especial, el asesino y pendenciero, parece ser diferente. ¿Quizás él sea el que la atrape? Pero, como bien dices, siempre llegará alguien más, alguien que desplace al anterior. Así es la naturaleza de una Fatale.

La dualidad de la atracción y el peligro, la pasión y la traición, se entrelaza en esta historia, creando un juego de emociones y decisiones que podría cambiar el destino de todos los involucrados. 

M D Alvarez 

martes, 12 de marzo de 2024

Reputación.

A cicatrices no hay quien me gane. Buena era yo para pelearme y conseguir mis cicatrices.

No es que fuera pendenciera. Me había labrado mi reputación y me debía a ella. Sin esa reputación no sería nadie.

Mi esfuerzo me había costado hacerme con tal cantidad de cicatrices que me había llevado a agenciarme la más alta de todas las reputaciones.

Reputación por defender a los más desfavorecidos.
M D Alvarez 

Páguense sus copas.

Que una es pudiente pero no tonta. Se decía cada vez que salía de marcha y querían hacerme pagar las copas. 
Lo único que iban a conseguir era un buen dolor de cabeza. 
En el siguiente bar se metió en un reservado para que no la molestaran. Allí bebió todo lo que quiso y se fue pagando solo sus copas. Tenía que beber para olvidar las malas experiencias que le había dado su pareja cuando la dejó por una de 18 años.

domingo, 10 de marzo de 2024

Erictonio.

La fealdad no era debida a sus progenitores, sino que había nacido de la unión de dos esencias incompatibles. 

Aún así, era amado por sus familiares y amigos. Su nombre puede que no os diga nada. Erictonio, el primer soberano de la magnánima Atenas. Hijo adoptivo de la diosa Atenea.

Según cuenta la leyenda, Erictonio fue dejado al cuidado de tres doncellas con la condición de no abrir la canastilla donde había sido depositado. Pero ya sabéis la condición La fealdad no era debida a sus progenitores, sino que había nacido de la unión de dos esencias incompatibles.

Aún así, era amado por sus familiares y amigos. Su nombre puede que no os diga nada. Erictonio, el primer soberano de la magnánima Atenas, hijo adoptivo de la diosa Atenea.

Según cuenta la leyenda, Erictonio fue dejado al cuidado de tres doncellas con la condición de no abrir la canastilla donde había sido depositado. Pero ya sabéis la condición humana: curiosidad, curiosidad y más curiosidad.

Dos de las tres doncellas hicieron caso omiso de las advertencias de la diosa de la sabiduría y abrieron el cesto, quedando horrorizadas y abrasadas al instante. La diosa las fulminó de forma instantánea. La tercera quedó al cuidado del indefenso bebé.

¿No os he dicho ya cómo era el aspecto del chiquitín? El cuerpo era humano, pero tenía una cola de reptil.

M. D. Álvarez

Un paladín.

"Hoy es el día de su advenimiento, cuando todos los demonios salen de su encierro para campar a sus anchas por el mundo sin que nadie se lo impida ni les plante cara. Solo los más fuertes podrán sobrevivir al caos del fin de los tiempos.

Yo, entre los paladines que escogieron los pobladores del mundo que habitamos, puedo enfrentarme con ellos y terminar con el dolor que están causando."
M D Alvarez 
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Otros mundos.

Nuestro héroe, intrigado por la conversación, se sumergió en el fascinante mundo de la física teórica. El libro "El universo elegante" de Brian Greene, que ella estaba leyendo, exploraba las últimas investigaciones sobre la teoría de cuerdas. Esta teoría sugiere que los constituyentes fundamentales del universo son filamentos o cuerdas que existen en hasta once dimensiones, aunque solo experimentamos directamente una dimensión temporal y tres espaciales.

Las vibraciones de estas cuerdas predicen propiedades físicas como masas y cargas. Aunque hay avances significativos, la matemática detrás de la teoría de supercuerdas aún está en desarrollo. Por otro lado, nuestro héroe mencionó su preferencia por "La teoría del todo" de Stephen Hawking.

La idea de un multiverso también surgió en la conversación. Imagina millones de burbujas emergiendo en un agua hirviendo que no deja de expandirse. Cada burbuja representa un universo con sus propias leyes físicas, y en este multiverso, todo es posible. ¿Qué opinas al respecto?

Ella, sonriendo, le preguntó si conocía la teoría del multiverso. Nuestro héroe respondió que era una de sus favoritas. Juntos se dirigieron hacia Nuevo México, específicamente a San Agustín, donde se encuentra el **Very Large Array (VLA)**. Este conjunto de 28 radiotelescopios, dispuestos en una matriz en forma de "Y", interpreta información recopilada de los telescopios para revelar los secretos del cosmos.

Allí, en medio de la vastedad del desierto, nuestro héroe mostró a ella la región más fría que había captado con su interfaz de inteligencia: el comienzo mismo del universo. La curiosidad de ella se despertó aún más, y juntos exploraron las maravillas del multiverso y las fronteras de lo desconocido..

Después de aquel día, se volvieron inseparables. Él había encontrado a su alma gemela, con quien disfrutaría de la vida, a quien protegería sin importar el riesgo. A quien amaría sobre todas las cosas y con quien descubriría mundos de luz, donde un millón de soles los iluminarían, y mundos umbrosos, donde la oscuridad más profunda los envolvería.

En esos mundos, explorarían paisajes inexplorados, desentrañarían misterios antiguos y compartirían risas y lágrimas. Juntos, enfrentarían desafíos y celebrarían victorias. Cada día sería una nueva página en su historia, escrita con la tinta de la pasión y la complicidad.

M D Alvarez 

viernes, 8 de marzo de 2024

Misión 505

En un rincón olvidado del cosmos, donde los glaciares eternos se alzaban como guardianes silenciosos, nuestro héroe enfrentó su desafío más crítico: la amenaza de las armas de destrucción masiva. El enemigo, implacable y numeroso, no dudaría en utilizar su arsenal contra él.

Pero aquí estaba él, solo y decidido, con la responsabilidad de proteger no solo su propia vida, sino también el paraje de hielos imperecederos que albergaba secretos ancestrales y belleza indomable. Las bombas termonucleares amenazaban con desgarrar la frágil armonía de este lugar.

Nuestro héroe no era invulnerable. Las armas no le afectarían directamente, pero su compañera, una intrépida científica llamada Elena, y los hielos mismos, eran vulnerables. La detonación de esas bombas sería catastrófica.

Entonces, los refuerzos llegaron. Otros valientes se unieron a su causa, dispuestos a seguir sus órdenes. El plan estaba trazado: activo su interfaz y  concentró toda su energía en las lanzaderas enemigas. Elevó las naves por los aires y las arrojó al espacio profundo, donde su amenaza se desvaneció en la vastedad estelar.

Los refuerzos, fieles y valerosos, se enfrentaron a las tropas de asalto en una batalla épica. Explosiones, rayos láser y coraje se entrelazaron en un ballet cósmico. El héroe observó desde la distancia, sabiendo que su sacrificio tenía un propósito mayor.

Al final, los hielos imperecederos permanecerían protegidos, y la humanidad seguiría su curso en un mundo ajeno a esta lucha. Pero en los corazones de aquellos que presenciaron la batalla, el héroe sería recordado como un faro de esperanza y valentía.

Así concluyó la **Misión 505**, y nuestro héroe, anónimo para muchos, siguió su camino, listo para enfrentar nuevas aventuras y desafíos en los rincones más remotos del universo.

M D Alvarez 

La ruleta de los secretos.

En un sórdido sótano en las entrañas de la ciudad, donde los desesperados se reunían para jugar a la ruleta rusa. No era un juego cualquiera; aquí, las balas no eran de plomo, sino secretos. Cada participante cargaba su revólver con una bala que contenía una verdad oculta, algo que preferirían llevarse a la tumba.

Un hombre con ojos cansados y una sonrisa amarga, se sentó alrededor de la mesa con los otros jugadores. Todos compartían la misma mirada de desesperación, la misma necesidad de liberarse de sus demonios internos. Pero el narrador sabía algo que los demás no: había descubierto la clave para sobrevivir.

El personaje de rojo, un enigmático anfitrión con una risa siniestra, giró la ruleta. El tambor hizo clic, y la bala pasó de un tambor a otro. El narrador sintió el frío metal contra su sien. ¿Qué secreto se revelaría? ¿Cuántos quedaban en este juego macabro?

Uno a uno, los jugadores apretaron el gatillo. Algunos cayeron muertos, sus secretos expuestos al mundo. Otros temblaron de alivio al descubrir que su bala estaba vacía. Pero el narrador sonrió. Sabía que la bala que le tocaba estaba cargada con la verdad más peligrosa de todas: la identidad de los fantasmas al otro lado.

Los fantasmas, vengativos y hambrientos de justicia, esperaban en la oscuridad. No guardaban rencor hacia el narrador, pero sí hacia aquellos que habían jugado con sus vidas. Y ahora, con cada disparo, se acercaban un poco más.

Apretó el gatillo. La bala salió disparada, y la habitación se llenó de humo. El personaje de rojo sonrió. "¿Cuántos quedan?", preguntó.

Él, se levantó, mirando a los fantasmas que se materializaban ante él. "Suficientes", respondió. "Pero no les diré quiénes son. Que ellos mismos lo descubran".

Y así, tontamente, el narrador se adentró en la oscuridad, dejando atrás a los descerebrados y sus secretos. Los fantasmas se abalanzaron sobre los sobrevivientes, y el sótano se llenó de gritos y confesiones.

El personaje de rojo observó desde la sombra. "¿Qué sabes, narrador?", susurró. Pero él ya no estaba allí. Solo quedaba el eco de su risa, cargada con la verdad que cambiaría todo.

M D Alvarez 

jueves, 7 de marzo de 2024

El árbol de la sabiduría.

El encuentro fue efímero, pero su impacto resonó en el tiempo. Nosotros dos, como dos almas errantes, nos cruzamos en un instante. Cada uno tenía una búsqueda, un anhelo secreto que se reflejaba en nuestros ojos.

Tú, con tus manos extendidas, recibiste una semilla. Era pequeña y aparentemente insignificante, pero contenía un potencial inmenso. La sostuviste con reverencia, como si supieras que dentro de esa cáscara dormía el destino de un bosque entero.

Yo, por mi parte, obtuve un recuerdo imborrable. No fue un simple recuerdo, sino una marca en el alma. Se grabó en mí como un tatuaje invisible pero eterno. Sabía que no podría separarme de él jamás.

Decidí plantar la semilla. La enterré en la tierra fértil, bajo la luz de la luna. Esperé con paciencia mientras las estaciones pasaban. Al cabo de algún tiempo, un tierno brote emergió. Sus hojas eran verdes y vibrantes, ansiosas por tocar el cielo.

El árbol creció con una determinación asombrosa. Su tronco se alzó, sus ramas se extendieron. Pero su naturaleza era indeterminada. No era un roble ni un cedro; era algo más antiguo, más misterioso. Sus raíces se hundieron profundamente en la tierra, buscando respuestas en las entrañas del mundo.

Y los frutos... oh, los frutos. Eran jugosos y tiernos, como prometiste. Pero no eran simples manjares para el paladar. Cada bocado otorgaba conocimiento. Quienes los probaban experimentaban visiones, recuerdos de vidas pasadas y revelaciones sobre el universo. El árbol se convirtió en un oráculo viviente.

A todo aquel que se atrevía a probar sus frutos, le otorgaba el don del saber infinito. Pero de momento, solo yo había tenido ese privilegio. Me sumergí en sus secretos, en sus verdades ocultas. Mi mente se expandió, mis ojos vieron más allá de lo visible.

Así pasaron los años. El árbol se convirtió en un punto de encuentro para almas sedientas de sabiduría. Pero yo seguía siendo su guardián solitario. El recuerdo original, el encuentro efímero, me sostenía. Era mi deber protegerlo, compartirlo con aquellos que buscaban respuestas.

Y así, en la sombra de sus hojas, continué mi relato. ¿Qué más aguarda en el corazón de este árbol? ¿Qué otros misterios se desvelarán con el tiempo? La historia sigue, y yo soy su narrador, su testigo silencioso.

M D Alvarez 

miércoles, 6 de marzo de 2024

Extasis del ritmo.

En los momentos en que no está salvando el mundo, nuestro héroe se sumerge en un universo paralelo de pasión y movimiento. Su cuerpo se convierte en un instrumento, y la música fluye a través de él como un torrente de energía.

El escenario se ilumina, y la multitud contiene la respiración. Las notas musicales vibran en el aire, y nuestro héroe emerge con una elegancia imponente. Su metro noventa de estatura se despliega como un ciprés en el viento. El pelo negro, ligeramente alborotado, enmarca su rostro mientras sus ojos azules brillan con anticipación.

La música comienza, y él se mueve. Sus movimientos son una sinfonía de precisión y gracia. Los brazos se alzan, las piernas se extienden, y su cuerpo se retuerce en armonía con el ritmo. Es como si la música lo poseyera, y él se convierte en su instrumento.

Con cada giro, el público queda atrapado en su hechizo. No importa si es un tango apasionado, un hip-hop frenético o un vals melancólico; él se adapta a todo. Los cantantes de renombre hacen fila para tenerlo en sus equipos. Dua Lipa lo quiere para su próximo video musical, Ava Max para su gira mundial, y los Black Eyed Peas para su próximo espectáculo en Las Vegas.

Pero no es solo su destreza técnica lo que lo hace especial. Es la pasión que irradia. Cada movimiento está imbuido de emoción. Cuando baila, el mundo desaparece, y solo existe él y la música. Es un regalo que comparte con el mundo.

Y así, en medio de los aplausos y las luces deslumbrantes, nuestro héroe sigue bailando. Porque para él, el baile no es solo una habilidad; es una forma de vida. Es su manera de celebrar la existencia, de encontrar belleza en el caos.

Así que la próxima vez que lo veas en el escenario, observa cómo se funde con la música. Verás la magia en sus movimientos, la pasión en sus ojos y la promesa de un mundo mejor en cada paso. 

M D Alvarez 

martes, 5 de marzo de 2024

El origen.

Desde su infancia, Héctor supo que era diferente. Los genes de sus padres, ambos excepcionalmente fuertes, ágiles e inteligentes, fluían por sus venas. Pero el tiempo con ellos fue breve; apenas tuvo oportunidad de disfrutar de su niñez.

En su último día, su madre le encomendó una misión: cuidar de la Tierra en caso de que no regresaran. A los ocho años, quedó al cuidado de un profesor que le enseñó a amar la vida. La naturaleza de su linaje era un enigma: su fuerza no tenía límites, su inteligencia trascendía lo concebible y su velocidad era inigualable.

Entrenó incansablemente hasta los dieciocho años y se dispuso a buscar a sus padres. El último lugar donde habían estado era inhóspito y oscuro. Allí, encontró una fortaleza inexpugnable de 500 metros de altura. Al trepar hábilmente hasta la cima, lo que vio lo horrorizó: la fortaleza yacía en ruinas, sus habitantes aniquilados.

Descendió y junto al portón, una placa revelaba la verdad: "Los habitantes de estos muros son culpables de destrucciones sistemáticas de planetas. Son sentenciados a morir por sus propias armas". Sus padres habían ejecutado la sentencia, fusionando sus energías en una reacción en cadena que arrasó la ciudad.

Héctor, mitad humano por parte de su madre, descubrió que su padre descendió de los cielos para proteger este precioso planeta azul. Así, nuestro héroe se convirtió en el guardián de la Tierra, luchando en las sombras para preservar la paz y la esperanza.

M D Alvarez  .

lunes, 4 de marzo de 2024

Ojos verdes.

Su mirada, dulce y cautivadora, atravesaba los corazones de la audiencia. Como un hechizo, su voz los encandilaba y los hacía bailar al ritmo de sus canciones. Cada nota era un canto a la vida y a la esperanza, y el público saltaba en éxtasis.

Pero eran sus ojos verdes los que contenían la verdadera magia. En ellos, una chispa de fuego ardía, incitando a la multitud a danzar al unísono. Aquella noche, dedicó una canción especial a su pareja, quien formaba parte de su cuerpo de baile. Las notas fluyeron como un río de emociones, y cuando el último acorde resonó, ella se dirigió hacia él.

El beso apasionado que compartieron hizo estallar en gritos de alegría a todos los asistentes al concierto. El amor y la música se entrelazaron en un momento mágico que quedó grabado en la memoria de todos.

Así, la leyenda se propagó por los rincones del mundo, recordándonos que el poder del arte puede unir corazones y encender pasiones.

M D Alvarez 

La escritora.

Sus lágrimas se mezclaron con los gritos desgarradores mientras susurraba: "Tierra, trágame". Había escapado a su propio mundo, un refugio donde el dolor y las ataduras no existían. Pero la venganza llamaba a su puerta, implacable y voraz.

No quería regresar, pero sabía que debía hacerlo. Aquellos que le habían causado daño debían pagar con creces. Se enfrentó a ellos con determinación, revelando su talento oculto: la escritura fluida que cobraba vida ante sus ojos. Las palabras danzaban en el aire, tomando forma y sustancia.

Los culpables quedaron sobrecogidos al ver lo que emergía frente a ellos. Sabían lo que les esperaba: serían engullidos por sus propias acciones, triturados por la justicia que ella personificaba. No quedaría ni un ápice de su maldad.

La venganza tenía un precio, y ella estaba dispuesta a pagarlo. Pero al final, ¿quién sería el verdadero vencedor? ¿La justicia o la oscuridad que habitaba en su corazón?

La tierra no se tragó a nadie esa noche, pero el destino sí se encargó de ajustar cuentas. 

M D Alvarez 

El enlace.

En las calles bulliciosas, donde los destinos se cruzan como hilos en un telar, nuestro héroe vislumbró a una figura que destilaba misterio y belleza. Sus ojos se encontraron en un instante, y en ese fugaz encuentro, el mundo se redujo a un solo pensamiento: ella.

Pero como en toda buena historia, la vida los separó. Ella desapareció en la boca del subterráneo, y él quedó con la certeza de que volvería a buscarla. Sin embargo, su camino estaba trazado por una misión urgente y peligrosa.

Infiltrarse en una organización terrorista era su deber. Las células activas amenazaban la paz mundial, y él era el elegido para desarticularlas. En medio de su tarea, la vio nuevamente. Ella estaba con un grupo de individuos de dudosa reputación. ¿Sería ella su enlace?

Siguió sus movimientos desde la sombra, hasta que ella lo invitó con un sutil gesto a seguirla a una cafetería. Allí, ella le entregó un dispositivo inalámbrico que le abriría las puertas de la base terrorista. Información crucial fluyó: siete células activas planeaban atacar las centrales de energía solar más importantes del mundo.

"Nos veremos pronto", dijo ella con convicción. Y él no dudó en responder: "Cuando termine esta misión, me gustaría invitarte a comer". Así, ella se levantó y se alejó, dirigiéndose a las coordenadas secretas.

La base estaba oculta en un bunker militar. Nuestro héroe activó su interfaz de inteligencia CGI y abrió la puerta sin esfuerzo. Localizó cada célula y se dispuso a neutralizarlas. Cuando todo estuvo hecho, colocó cargas de demolición para destruir el bunker.

El mundo nunca sabría de su sacrificio, pero él seguía siendo un héroe en las sombras, movido por la palabra y la acción. Su nombre no figuraría en los libros de historia, pero su legado perduraría en la memoria de aquellos que luchan por un mundo mejor.

M D Alvarez 

domingo, 3 de marzo de 2024

La campana del final de lis tiempos.

"El Campanazo" resonaba con un eco ancestral, su sonido reverberando a través de los siglos. La campana, colosal y ominosa, anunciaba el ocaso de nuestra era dorada. ¿Quién hubiera pensado que nosotros, los habitantes de este mundo, seríamos los arquitectos de nuestra propia destrucción? Y todo por un simple acto: tocar lo que no debíamos.El mensaje inscrito en la campana era claro: "No tocar". Las consecuencias, sin embargo, eran más ominosas aún. Un solo tañido de esta campana, el último badajo de los tiempos, desencadenaría la extinción de todas las especies en nuestro mundo. Las letras rojas, como sangre coagulada, advertían del peligro.¿Quién fue el insensato que la hizo sonar? ¿Qué motivación lo llevó a desafiar la advertencia grabada en piedra? Quizás la curiosidad, la arrogancia o la desesperación. Pero ahora, el eco de su elección resonaba en cada rincón del planeta, como un lamento final.En retrospectiva, ¿cómo podríamos haber evitado este desenlace? ¿Cómo podríamos haber protegido nuestra edad dorada de su trágico fin? Las respuestas se perdieron en el viento, junto con los suspiros de las criaturas que ya no existían.Así que aquí estamos, al borde del abismo, con la campana inmóvil pero su advertencia aún vibrando en nuestros corazones. Pero al menos, recordemos esta lección: a veces, el silencio es más sabio que el tañido de las campanas.
M D Alvarez 

Eclipse total

El fatídico día había llegado. El mundo se sumía en una penumbra inquietante, como si el universo mismo contuviera la respiración. **El eclipse total** se cernía sobre nosotros, y con él, la promesa de un cambio irrevocable.

Las leyendas ancestrales hablaban de puertas selladas por ángeles, guardianes celestiales que protegían nuestro planeta de las fuerzas oscuras. Durante eones, estas puertas habían permanecido cerradas, impidiendo que las criaturas exiliadas encontraran su camino de regreso. Pero ahora, en el momento preciso, los sellos se romperían.

A las 12 del mediodía, cuando el sol se ocultara por completo, las puertas se abrirían. **Las hordas de criaturas desterradas** se precipitarían hacia nosotros, ansiosas por vengarse. ¿Qué pecados habíamos cometido para merecer tal castigo? ¿Qué secretos ocultos habían desencadenado la ira de los ángeles?

Habíamos olvidado, o tal vez ignorado, la historia antigua. En tiempos remotos, estas criaturas habían compartido nuestro mundo. Convivieron con nosotros, nos observaron desde las sombras. Pero algo cambió. Un desequilibrio, una traición. Los ángeles, celosos de su dominio, los expulsaron. Los desterraron al abismo, al averno.

**Ahora**, en el eclipse, pagaríamos el precio. Las criaturas se alzarían desde las profundidades, sus ojos ardientes de rencor. Nos acusarían con sus garras y susurros. Nos recordarían nuestra complicidad en su exilio. Y entonces, la venganza sería suya.

Las ciudades se sumirían en la oscuridad. Los ríos se volverían negros. Los bosques gemirían bajo el peso de su presencia. **La humanidad**, indefensa, enfrentaría su destino. ¿Podríamos resistir? ¿Podríamos luchar contra la marea de sombras?

En el último instante antes de que las puertas se abrieran, miré al cielo. El sol, eclipsado por la luna, parecía un ojo cósmico, observando nuestro juicio. ¿Habíamos aprendido algo? ¿Habíamos cambiado lo suficiente para merecer la redención?

El reloj marcó las 12. **Las puertas del averno** se abrieron. Las criaturas avanzaron, sus aullidos llenando el aire. No había escapatoria. Solo nos quedaba enfrentar nuestro pasado y esperar que, quizás, en la oscuridad, encontraríamos la luz.

Así, en el umbral de la eternidad, **el eclipse total** nos envolvió. El mundo tembló. Y yo, como tantos otros, me pregunté si alguna vez podríamos redimirnos.

Fin
M D Alvarez 

Fuerza Interior.

No era un humano corriente en sus venas ardia sangre de héroes. Su fuerza y velocidad superaban con creces a la de sus compañeros. Era un ser excepcional, unico en su especie. Pero no solo se trataba de habilidades fisicas, su mente alvergaba un gran secreto: La Coraza de Guia Inteligente (CGI,) una invención suya.

Era una conexión directa con el mundo que lo rodeaba. A través de ella, podía anticipar peligros, calcular trayectorias, etc. La tecnología se fusionaba con su ser, convirtiéndolo en algo más que humano. 

La última misión resonaba en su memoria. Sus compañeros estaban atrapados en las cabinas de emergencia los liberó, activando CGI. Seguidamente efectúo un salto halo desde una altitud muy superior a la recomendada. 

Gracias  a su CGI pudo aterrizar casi sin peligro. Localizo a sus compañeros ilesos que esperaban sus ordenes. Pero no había órdenes; la misión habían concluido .  Juntos, disfrutaron de un nuevo día,  aunque todos sabían que la próxima mision acechaba en algun lugar del futuro .

La Fuerza Interior del protagonista no solo residía en su sangre heroica o en su tecnología. Era la determinación que lo impulsaba, la voluntad de proteger a los demás sin importar el costo. Y así, con la CGI como su aliada, se preparaba para enfrentar lo desconocido una vez más.
M D Alvarez 



 

sábado, 2 de marzo de 2024

Esfera oscura.

Prisionero de su esfera oscura, agazapado y acechante, esperaba a su próxima víctima. Atraídas por sus susurros, las almas indefensas se acercaban, sin sospechar que su destino estaba sellado. El monstruo ancestral, hambriento y antiguo, se abalanzaba sobre ellas, devorándolas sin piedad. Pero su apetito no se saciaba con la carne; transformaba a las desdichadas en criaturas espantosas, condenadas a vagar en su esfera oscura. El pánico reflejado en sus ojos pulidos era su única compañía, mientras la prisión eterna las aprisionaba sin escape. 

Belial, el Destructor.

Parecía que las puertas del cielo se habían abierto. De repente, sin previo aviso, apareció una criatura espantosa. Había sido enviada a través de las puertas que suponíamos nos darían acceso al ansiado paraíso. Pero en lugar de eso, nos encontramos con Belial, el Destructor. Al parecer, habíamos sido unos hijos muy tercos, y era hora de que nos castigaran de forma severa.

Belial era un monstruo imponente, con más de **2000 metros de altura**. Estaba cubierto de púas envenenadas y tenía **trescientas cabezas**, cada una coronada con tantas coronas como mundos había aniquilado. Además, poseía **doscientos brazos** recubiertos de escamas de diamante. Pero lo más aterrador de todo era su abdomen, del cual emergían **trescientos tentáculos** sinuosos de un tamaño colosal.

Estábamos a merced de esta pesadilla devoradora. Todo lo que se cruzaba en su camino era consumido sin piedad. En definitiva, estábamos a merced de Belial, el Destructor, por motivos más que sobrados. Nos tocaba apechugar con él.

M D  Alvarez 

El Portal de las sombras.

En el umbral de lo desconocido, el portal se alzó como una grieta en la realidad. Su mera existencia desafiaba la lógica y la cordura. Nadie se atrevió a cruzarlo, temerosos de lo que yacía al otro lado. Pero yo, impulsado por la curiosidad y la insensatez, decidí aventurarme más allá.

El primer paso fue como sumergirse en un abismo. La luz se desvaneció, y las sombras se cerraron a mi alrededor. El aire era denso, cargado con la promesa de secretos oscuros. El mundo que emergió ante mí era un reflejo distorsionado del nuestro: un lugar donde la luz no tenía cabida y las criaturas acechaban en la penumbra.

Las criaturas… oh, las criaturas. No eran monstruos en el sentido tradicional. No tenían garras ni colmillos afilados. Más bien, eran entidades etéreas, como suspiros atrapados en la noche. Se alimentaban de la luz, devorando cualquier destello que se atreviera a penetrar su dominio. Sus ojos brillaban con una tristeza ancestral, como si anhelaran algo que habían perdido hace eones.

Mi misión era clara: cerrar el portal y sellar este mundo de sombras. Pero al llegar al otro lado, me di cuenta de que no podía hacerlo desde fuera. El portal no tenía una cerradura que pudiera girar o un mecanismo que pudiera desactivar. Debía cerrarlo desde dentro, condenándome a mí mismo a habitar este reino de oscuridad.

M D Alvarez

viernes, 1 de marzo de 2024

¿Mamá, o el dragón? (Nueva versión)

El dragón, majestuoso y antiguo, habitaba en lo más profundo del bosque. Sus escamas centelleaban bajo la luz del sol, y su aliento ardía como el fuego de mil soles. Era un ser solitario, un guardián de secretos y tesoros olvidados.

La madre, en cambio, era una mujer terrenal. Sus ojos reflejaban la preocupación y el cansancio de criar a una hija traviesa. No tenía escamas ni alas, pero su lengua afilada podía herir más que cualquier garra de dragón.

La vajilla rota yacía en pedazos en el suelo. El dragón no se inmutó; después de todo, ¿qué significaba una vajilla comparada con los siglos que había vivido? Pero la madre lloró. Cada fragmento era un recuerdo, un vínculo con su pasado.

La niña, con lágrimas en los ojos, se acercó al dragón. "¿Por qué destruí la vajilla, mamá?" preguntó. "¿Por qué soy tan impulsiva?"

La madre la abrazó. "Porque eres mi hija", dijo. "Y aunque a veces me haces enojar, también eres mi mayor tesoro."

El dragón observó la escena desde la sombra. ¿Qué entendía él de las relaciones humanas? Pero algo en su corazón antiguo se conmovió. Quizás, solo quizás, había algo más valioso que los tesoros y las vajillas rotas: el amor y la comprensión entre madre e hija.

Así que la niña decidió quedarse con su madre. El dragón asintió con la cabeza, como si aprobara su elección. Y mientras el sol se ponía sobre el bosque, la vajilla rota pareció brillar con una luz dorada, como si estuviera llena de historias y recuerdos.

En ese momento, la niña supo que había tomado la decisión correcta. Porque, al final del día, el amor era más fuerte que cualquier dragón o vergüenza. Y eso, pensó, era algo que valía la pena proteger.

M D Alvarez 

jueves, 29 de febrero de 2024

¿Con conciencia, o sin ella? (Versión mejorada)

Su conciencia, como un Pepito Grillo persistente, le susurraba: "¡No lo hagas!". Pero el bol lleno de ositos de gominola seguía llamándole, desafiando su autocontrol. La lucha interna se intensificaba.

Entonces, en un rincón oscuro de su mente, apareció un personaje de color rojo, con cuernos y cola. Con una sonrisa malévola, le dijo: "¡Adelante, que no pasa nada!". Empujó a su conciencia vencida y la dejó atrás.

Así, con el permiso del diablillo interior, se zambulló en el bol de ositos de gominola, sin remordimientos ni miramientos. El dulce sabor de la transgresión llenó su boca, y por un momento, todo estaba permitido.

Pero, ¿a qué precio? ¿Qué consecuencias le esperaban más allá de ese instante de placer? Solo el tiempo lo diría. Mientras tanto, el personaje rojo se relamía, satisfecho de haber ganado esta batalla en la mente de nuestro protagonista.

Y así, entre ositos de gominola y dilemas morales, continuaba la historia de una elección que podría cambiarlo todo. 

¿Mamá, o el dragón? (Reversionada)

Mucho mejor el dragón que mamá. Sus escamas, iridiscentes bajo el sol, guardaban secretos ancestrales. Su aliento, fuego antiguo, no conocía la traición. Pero mamá, con su lengua afilada, tejía vergüenzas y reproches.

La vajilla rota, reliquia de abuela, yacía en pedazos. El dragón no se inmutó; ¿qué eran platos comparados con siglos de historia? Mamá lloró. Cada fragmento era un recuerdo, un vínculo con su pasado.

La niña, lágrimas en los ojos, eligió. "¿Por qué destruí la vajilla, mamá?" preguntó. "¿Por qué soy tan impulsiva?"

La madre la abrazó. "Porque eres mi hija", dijo. "Y aunque me enfureces, también eres mi tesoro."

El dragón asintió. El amor, más fuerte que cualquier dragón o vergüenza, brilló en los ojos de la niña.

M D Alvarez 

El fiordo de Walhal. (Nueva versión)

En el crepúsculo de los dioses, cuando las sombras se alargan y los cuervos graznan proféticas advertencias, el "Fiordo de Walhal" se extiende como un lienzo de misterio. Sus aguas, teñidas de ámbar y plata, reflejan los destinos entrelazados de los mortales y los inmortales.

Allí, los dioses tejieron hilos de oro en el viento, creando acantilados que se alzan como los muros de Asgard. Las nubes, como valkirias errantes, danzan sobre las cimas, sus velos de niebla ocultando secretos ancestrales. Los pinos, testigos silenciosos, susurran historias de héroes caídos y batallas olvidadas.

En el corazón del estuario, un barco de ébano espera. Sus velas son de fuego y sus remos, huesos de valientes guerreros. El capitán, un anciano con ojos de tormenta, guía la nave hacia el horizonte. ¿A dónde lleva? ¿A la morada de los dioses o al abismo de los condenados?

Los vientos aúllan, y las olas rugen como bestias hambrientas. Los dioses observan desde sus tronos de nubes, sus rostros tallados en granito. ¿Qué destino aguarda al viajero? ¿La eternidad en los salones dorados o la oscuridad de Helheim?

En el último aliento del día, cuando el sol se sumerge en el estuario, el barco desaparece. ¿Quién se atreve a cruzar el umbral entre los mundos? ¿Quién busca respuestas en las aguas turbias?

Solo los valientes, los desesperados y los soñadores se aventuran en el Estuario de Walhal. Allí, entre los reflejos y las sombras, los límites se desdibujan. ¿Es un lugar real o una invención de los cuentos de hadas?

Quizás, al final, todos somos navegantes en busca de nuestro propio Walhal. Y cuando llegue el Ragnarok, cuando los dioses caigan y los mundos colisionen, tal vez el estuario nos revele su secreto final.
M D Alvarez 

El reencuentro. (Versión mejorada)

Había algo en aquel ser que me atraía, me resultaba vagamente familiar. Sus ojos de un color ámbar, me escrutaban hasta lo más profundo de mi ser.

Me acerqué un poco más y pareció asustarse, pero no retrocedió. Esperó a que yo diera el primer paso y avanzó cauteloso.

- ¿No me conoces? –le oí decir.

- Me eres vagamente familiar.

- Tienes mis mismos ojos. –dijo mientras sus colmillos asomaban, bajo una dulce sonrisa.

- Te prometo que no te dolerá, hija mía. –Dijo antes de morderme el cuello.

Al fin, había encontrado a mi padre, y los dos somos ahora criaturas de la noche.
M D Alvarez 

El amor irrefrenable .

Habían mancillado su amor, dejándola tirada como una colilla. El mundo parecía oscuro y frío, hasta que él apareció. Alto y sereno, se acercó a ella y la cubrió con su chaqueta, llevándola consigo a su casa. Allí, la colmó de atenciones, como si fuera la cosa más preciada que jamás hubiera encontrado.

Él la había amado desde el primer día en que la vio. Fue en un concierto, mientras ella danzaba al ritmo de la música. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, supo que ella era su destino.

Cuando ella despertó, desorientada y asustada, no sabía dónde se encontraba. Sus ojos aterrorizados buscaban a aquellos que la habían abandonado. Pero allí estaba él, sentado en un sillón junto a la cama, durmiendo plácidamente. No había rastro de crueldad en su rostro; solo una calma reconfortante.

Intuía que él jamás le haría daño. Sus miradas se cruzaron, y él le sonrió con ternura. Le aseguró que nadie más le causaría dolor. Él se encargaría de protegerla, de cuidarla. Su amor era más allá de la locura, irrefrenable e indestructible.

En las noches siguientes, mientras la luna brillaba en el cielo, él le susurraba promesas de eternidad. Juntos, tejieron un mundo donde el tiempo no existía, donde solo importaba su amor. Las heridas del pasado sanaron bajo su cuidado, y ella aprendió a confiar nuevamente.

Así, en la penumbra de su habitación, sellaron su destino. Sus cuerpos se entrelazaron, y sus almas se fusionaron. No había miedo ni duda, solo una pasión ardiente que los consumía. Cada beso, cada caricia, era una promesa de amor eterno.

Y así, en la quietud de la noche, ella supo que había encontrado su refugio. Él era su protector, su amante, su todo. Juntos, enfrentarían cualquier tormenta, superarían cualquier obstáculo. Porque su amor no tenía fin. Era irrefrenable, indestructible, como la fuerza de la naturaleza..

M  D Alvarez 

miércoles, 28 de febrero de 2024

Programa de reinserción. (Versión mejorada)

Se durmió soñando que él también podía volar como Superman. A la mañana siguiente lo intentó, cogió carrerilla y se lanzó desde el primer piso.

El impulso de sus sueños lo llevó al borde de la realidad, y con valentía, se arrojó al vacío. Pero en lugar de volar, sus huesos se estrellaron contra la dura tierra. El dolor fue inmenso, y su orgullo quedó hecho añicos.

Ya nunca más se creería nada de lo que le dijera el señor de la bata blanca que aparecía en la televisión. Las promesas de curas milagrosas y soluciones fáciles se desvanecieron como humo. La realidad Se durmió soñando que él también podía volar como Superman. A la mañana siguiente lo intentó, cogió carrerilla y se lanzó desde el primer piso.

El impulso de sus sueños lo llevó al borde de la realidad, y con valentía, se arrojó al vacío. Pero en lugar de volar, sus huesos se estrellaron contra la dura tierra. El dolor fue inmenso, y su orgullo quedó hecho añicos.

Ya nunca más se creería nada de lo que le dijera el señor de la bata blanca que aparecía en la televisión.Las promesas de curas milagrosas y soluciones fáciles se desvanecieron como humo. La realidad era más terca que cualquier fantasía.

Pero la vida es una maestra persistente. Al día siguiente, en lugar del caballero de la bata blanca, apareció una enfermera despampanante. Sus ojos brillaban con compasión y su sonrisa era un bálsamo para su alma herida.

Eres el rey del mambo," le dijo con voz suave. Y en ese momento, en medio de vendajes y analgésicos, él sintió que quizás, solo quizás, la realidad también podía ser un sueño hermoso

Así que, con sus huesos rotos y su amor propio maltrecho, decidió creer en las palabras de la enfermera. Porque a veces, incluso cuando caemos, hay alguien dispuesto a levantarnos y hacernos sentir como reyes, aunque sea por un instante. 

Te vi partir.

Te vi partir, fulgurante y brillante, como un resplandor que se desvanece en la distancia. El aire vibraba con la energía de tu ausencia, y el mundo parecía más pequeño sin ti.

Después de tu partida, quedamos solos, desangelados. Nuestros corazones, como hojas secas, se balanceaban entre el odio y el amor. ¿Cómo podíamos sentir ambas cosas al mismo tiempo? Pero lo sabíamos: hay algo más al otro lado.

Allí, al otro lado, donde las estrellas se entrelazan y los suspiros se convierten en constelaciones, estás tú. Aguardándonos con tu gran sonrisa, como un faro en la noche. Tu amor, inmenso como el universo, nos envuelve y nos sostiene.
M D Alvarez 


martes, 27 de febrero de 2024

Mahalaleel, el aventurero.

Esta es la historia de un anarin llamado Mahalaleel, el cual vive en la ciudad de Aroer, que a se encuentra en el país de Bergal, que a su vez se halla en el planeta de Carión.
 Los anarin son un pueblo muy tranquilo, no pelean, no discuten, no guerrean, en definitiva son un pueblo aburrido, pero a Mahalaleel le gustaba curiosear, era extremadamente curioso y en vista de que en Aroer nunca pasaba nada, decidió partir hacia la región de Gederati, en busca de aventuras.
 Yendo de camino a la ciudad de Baser, Mahalaleel se encontró con un individuo al cual pregunto a cuantos días de camino estaba la ciudad, el extraño le respondió, que a cuatro jornadas, pero que era mejor que no se acercase por allí, pues estaban pasando cosas muy raras en esa ciudad.
 Pero Mahalaleel no hizo caso. Como ya se dijo, él era muy curioso, y lo oído anteriormente le había intrigado de tal forma que hizo los cuatro días en dos.
 Al llegar a Baser se encontró con algo muy extraño. No había nadie en las calles y las casas estaban cerradas a cal y canto. Tan sólo, a lo lejos se oían los ladridos lastimeros de los perros. El aire estaba cargado. La tensión se sentía en el ambiente, se intuían las miradas acechantes. Mahalaleel no sabían que hacer, así que, se acerco a una puerta y llamo insistentemente para que le abrieran; pero nadie contesto.
 De pronto, tras él, apareció un gigante encapuchado de unos tres metros de altura. Mahalaleel le preguntó.
 ¿Quién eres? y ¿qué quieres de mí?
 Me llamo Ahiram de Mara y no quiero nada de ti, tan solo te aviso, de que si te quedas aquí morirás.
 Y ¿por qué he de morir? – Le interrogó.
 Eso no puedo decírtelo, pero si osas quedarte, tendrás una muerte cruel.
 A Mahalaleel le picaba cada vez mas la curiosidad, más optó por salir de Baser y vigilar todo lo que ocurría desde una cima, no muy lejos de la ciudad, la cual recibe el nombre de Pi-habirot, que significaba en anarin “Cima Pacifica”. Por suerte para él, se había traído un visor graduable, con el que podía ver todo lo que pasara en Baser. Desgraciadamente en las horas diurnas, nada ocurrió; ni siquiera volvió a ver al extraño gigante. Mahalaleel estaba a punto de abandonar, cuando de pronto, vio que algo se movía en el centro de la plaza, pero eso era imposible, ya que tan sólo unos instantes antes había mirado y no vio ni un alma.
 Lo que Mahalaleel observó era una extraña forma, que comenzaba a retorcerse tomando formas distintas, hasta que se detuvo. Fue entonces cuando se dio cuenta que estaba ante un enorme fargún. Los así llamados son unos personajes de la mitología anarin, que representan a los poderes oscuros en las entrañas del planeta.
 Aquel ser era grande, extremadamente grande. Mahalaleel se preguntaba. Qué hacía allí, en la ciudad de Baser. De pronto, surgió sin que el se diera cuenta de dónde había salido, una gran multitud de personas, que se reunió en torno a la criatura. Parecían adorarle. En ese instante se percató de lo que allí ocurría.
 Mahalaleel recordó que los fargún son los enviados del “Señor Oscuro”, Hiramohab, en anarin. El cual había sido un rey tirano y cruel, que fue expulsado de Habheril, el paraíso, por el magnánimo Abbaras, cuyo nombre significa”Padre Creador”.
 Y ahora parecía querer volver a reinar con la ayuda del pueblo de los urinibitas.
 Por un breve instante percibió la mirada de aquel ser, pero eso era imposible, nadie sabía que estaba allí. Más no se podía mover, pues realmente el fargún le seguía mirando. Transcurridos unos segundos, los cuales le parecieron una eternidad, el enviado desvió la mirada y Mahalaleel quedó apesadumbrado, pues como dicen los anarin, “el que mirase fijamente a un fargún, tendrá dolor de corazón”, más el no temía esas habladurías, ya que leyó en el Canaf, libro escrito por Abbaras, en el que dice, “el que estuviese expuesto a la mirada de un fargún, podrá salvarse, bebiendo del agua de la fuente de Obhadyahu”, la cual se encontraba no muy lejos de allí.
 Mahalaleel bajó de Pi-habirot y se encamino hacia dicha fuente. Mientras iba caminando, sentía como un gran pesar le llenaba el corazón, era la mirada del fargún que le había herido muy profundamente. Tardo en llegar unas doce horas y una vez allí bebió todo lo que pudo, hasta que le abandonó el pesar.
 Una vez recuperado, fue a la ciudad de Hadhramelech, cuyo nombre significa “Circulo del Rey”, a solicitar ayuda al gran señor de Bergal, descendiente directo del magnánimo Abbaras, conocido por Adonhiram, que significa “Gran Señor”.
 Mahalaleel fue recibido por éste, que tras saber que Hiramoab pretendía volver de su encierro subterráneo, ordenó que se preparara a todo su ejército, para atacar Baser al anochecer; y le dio a Mahalaleel el rango de teniente general de todos sus ejércitos. A las tres horas de haber llegado, partió de nuevo hacia Baser al frente de 200.000 melech. Estos eran fieles servidores de Adonhiram, al igual que lo fueron de Abbaras, cuando se enfrentaron por primera vez a las huestes de Hiramohab, en la batalla de Sikhron y en la que perecieron alrededor de unos 600.000 melech.
 Antes de atacar la ciudad, subieron a Pi-habirot, desde donde pudieron acechar sin peligro a Hiramohab y a todo su sequito de abominables criaturas. Desde allí se hicieron todos los preparativos para entrar en combate. Adonhiram le entregó una coraza de krelún (el krelún es un material virtualmente indestructible), mientras que él llevaba la cota de malla y la coraza de Abbaras, con el mítico Tharem en la frente.
 El Tharem es un regalo de Ebhiathar, nuestro dios, que le entregó a Abbaras y de éste paso a padres y a hijos, hasta llegar a Adonhiram. Se trata de una lágrima de Ebhiathar, una perla de unos cinco centímetros, la cual posee el poder de destruir todo el mal que hay en Carion.
 La ciudad de Baser fue rodeada por los melech, pero Hiramohab sintió la presencia de Adonhiram y había hecho preparar calderos de kehal, un ácido muy corrosivo.
 Adonhiram sabia que tendría algo preparado, advirtió a sus fieles y les mando que avanzaran camuflándose con arbustos cortados. Cuando se hallaban a menos de 30 metros de las barbacanas de la ciudad, fueron vertidos los calderos con el kehal, por los toboganes abiertos sobre el portón de entrada, por lo que no hubo bajas en el ejército de Adonhiram. Con un enorme ariete que habían construido comenzaron a golpear el portón del baluarte de la ciudad. Protegiéndose con los escudos, de las flechas que disparaban, por las aspilleras, los arqueros. Hasta que cedió bajo el ímpetu de los melech, que comenzaron a pelear contra los urinibitas.
 Mahalaleel se defendía como un gran guerrero, a pesar de pertenecer al pacifico pueblo de los anarin, lucho cuerpo a cuerpo contra Abdeh-Mohab, la mano derecha de Hiramohab, cuyo nombre significa “Servidor Oscuro”y al que logro matar en arduo combate.
 Adonhiram mientras tanto se batía con Hiramohab, que rehuía enfrentarse con él, y le enviaba a sus terribles secuaces, los cuales iban cayendo, bajo su mirada, hasta que al fin se encontró rodeado de unos quinientos cadáveres y frente a él se hallaba el tan temido Hiramohab, cuyo nombre era símbolo de horror para todos los habitantes del planeta Carión y al que ningún melech se había atrevido a enfrentarse y los que lo había intentado, yacían muertos a sus pies asesinados por su sequito de abominables esbirros.
 Adonhiram pronuncio las siguientes palabras que devolverían a Hiramohab a su encierro en el Bhakjhálum
 - Ebhiathar, Ebhiathar, Señor de los Ejércitos, acude a mi llamada y escucha a tu humilde siervo que clama justicia. Te suplico encierres a esta mala bestia en el Bhakjhálum, el Infierno de los 100.000 tormentos, para que pague por el horror causado en nuestras vidas y que nunca jamás vuelva a morar fuera de el.
 Una vez hubo terminado, Hiramohab fue tragado por la tierra con todas sus criaturas, entre temblores y relámpagos, para no volver jamás.
 Hubo grandes celebraciones en todo el planeta, pero Mahalaleel ya había partido hacia las oscuras regiones de Khublarhek, donde encontraría muchas mas aventuras, que serian narradas por él mismo, puesto que volvió a la ciudad de Hadhramelech, para contar todo lo acaecido a su buen amigo el rey de Bergal, Adonhiram.

M. D. Álvarez