domingo, 24 de marzo de 2024

Transparente como el agua.

Así era yo, un demonio bajo la apariencia de un ángel. Nadie conoce perfectamente su verdadera naturaleza porque si fuéramos transparentes, nuestras identidades secretas estarían en constante peligro.

Por suerte para mí, el demonio que tenía dentro no era visible. Solo lo sacaba si era necesario. Aquella noche no pude mantenerlo oculto y surgió con todo su poder, pero seguro que no sabéis por qué apareció.

Aunque no lo creáis, también tenemos nuestro corazoncito y si vemos alguna afrenta que se esté cometiendo a la vista de todos y sin que nadie haga nada, entonces es cuando uno no se puede controlar y saca a ese diablo que lleva dentro.

Ahí es donde se manifiesta la verdadera naturaleza humana y ahí es donde yo perdí mi identidad secreta.

M. D. Alvare

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