No es que fuera pendenciera. Me había labrado mi reputación y me debía a ella. Sin esa reputación no sería nadie.
Mi esfuerzo me había costado hacerme con tal cantidad de cicatrices que me había llevado a agenciarme la más alta de todas las reputaciones.
Reputación por defender a los más desfavorecidos.
M D Alvarez
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