@M D Alvarez
sábado, 12 de mayo de 2018
Atardecer
Bañado por la luz crepuscular del atardecer, me encontraba rodeado de tres valientes guerreros, listos para enfrentar cualquier desafío: luchar, morir o sobrevivir juntos. En aquel atardecer, uno de nuestros bravos compañeros estaba destinado a caer. Sin saber quién sería, en un acto de valentía y en el último momento, decidí sacrificarme por mis hermanos. Fue entonces cuando un arcoíris gigantesco y espectacular se alzó en el horizonte, revelando que mi corazón brillaba por ellos, dispuesto a darlo todo por la fraternidad que compartíamos.
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