domingo, 10 de marzo de 2024

Erictonio.

La fealdad no era debida a sus progenitores, sino que había nacido de la unión de dos esencias incompatibles. 

Aún así, era amado por sus familiares y amigos. Su nombre puede que no os diga nada. Erictonio, el primer soberano de la magnánima Atenas. Hijo adoptivo de la diosa Atenea.

Según cuenta la leyenda, Erictonio fue dejado al cuidado de tres doncellas con la condición de no abrir la canastilla donde había sido depositado. Pero ya sabéis la condición La fealdad no era debida a sus progenitores, sino que había nacido de la unión de dos esencias incompatibles.

Aún así, era amado por sus familiares y amigos. Su nombre puede que no os diga nada. Erictonio, el primer soberano de la magnánima Atenas, hijo adoptivo de la diosa Atenea.

Según cuenta la leyenda, Erictonio fue dejado al cuidado de tres doncellas con la condición de no abrir la canastilla donde había sido depositado. Pero ya sabéis la condición humana: curiosidad, curiosidad y más curiosidad.

Dos de las tres doncellas hicieron caso omiso de las advertencias de la diosa de la sabiduría y abrieron el cesto, quedando horrorizadas y abrasadas al instante. La diosa las fulminó de forma instantánea. La tercera quedó al cuidado del indefenso bebé.

¿No os he dicho ya cómo era el aspecto del chiquitín? El cuerpo era humano, pero tenía una cola de reptil.

M. D. Álvarez

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