sábado, 30 de marzo de 2024

¿Dios?

No sé por qué estamos aquí. Pero lo que sí sé es que alguien o algo nos cuida y nos dirige desde allá arriba.
¿Cómo llamarlo? ¿Dios, ente superior o gran hacedor?
Aunque parezca que aprieta, lo hace solo para probarnos y prepararnos para lo que está por llegar.
Su infinito amor nos protege y cuida, aunque nosotros no nos dejemos. Llevamos todos y cada uno de nosotros una chispa suya y cuando abandonemos nuestros cuerpos seremos absorbidos por su gran amor.
M. D.  Alvarez 

Su lugar.

Habían apresado y atado al muro de la ciudadela que debían destruir. Allí lo sometieron a todo tipo de torturas, pero no se quebró. Su voluntad era férrea e inquebrantable. No conseguirían que desvelara la ubicación de su base, porque allí era donde se encontraba su amada. Y él le prometió volver.

Así que, mientras aflojaban sus correas, él planeaba cómo acabar con todos ellos. Para que al final pudieran vivir en su mundo de amor y luz. Debia destruir los muros que separaban la luz de las tinieblas. 

M. D.  Alvarez 

Encarnación

Su aspecto era imponente, majestuoso. Tenía todo el aspecto de un avatar recién encarnado.

Pero no había bajado a la tierra para redimirlos de sus pecados. Había descendido por ella. La amaba desde el principio de los tiempos, cuando todo era oscuridad y nada existía, salvo ellos dos. Ella era luz y él su guardián.

En todos los mundos donde la había hallado, descendía para amarla y venerarla. Era su diosa. Tanto en los mundos oscuros donde reina la oscuridad más absoluta, porque ella era la única que llevaba la luz a las tinieblas.

Él descendía siempre que lo necesitara. Incluso en los mundos luminosos donde no era necesaria su luz, ella lo amaba apasionadamente, creando leyendas de héroes descendidos para salvar el planeta.

M. D.  Alvarez 

viernes, 29 de marzo de 2024

Revoloteando.

Aquella tarde, papá regresó a la tumba, entristecido y pálido, sin intenciones de volver a levantarse.

¿Cuántas veces se podía confundir al forense? Pero esta vez ya no había margen de error. Llevaba una estaca en el corazón y ya no volvería a levantarse para alimentarse de la sangre de sus hijos.

¡Los mismos que ahora revoloteaban sobre su tumba!

M. D. Alvarez 


jueves, 28 de marzo de 2024

Dolor

Aquel dolor era tan solo un aviso de lo que sucedería después: la oleada de dolor se iría incrementando hasta transformarse en un dolor continuo, un mar de dolor que había estado en calma y de buenas a primeras se había encrespado y parecía no amainar.

La elección se cernía sobre él como una sombra: aguantar y permitir que su resistencia creciera, o rendirse a los fármacos.

Ambas opciones eran un abismo, y en el filo de esa decisión, su voluntad se tambaleaba como un barco en la tormenta. Solo quedaba una solución: o aguantaba y dejaba evolucionar su poder para soportar el dolor, o bien sucumbía a los fármacos para no sentir dolor. En el último minuto decidió que aguantaría.

Soportaría el dolor, dejaría que su poder creciera. Porque en esa elección, en ese abismo, se hallaba la esencia misma de su ser.

Resistiré', murmuró al viento, como un juramento en la oscuridad. Y en esa palabra, en ese compromiso, encontró la fuerza para seguir adelante.

M. D.  Alvarez 

Perdón

Antes de que vuelva papá, tenemos que estar aseaditos, con los dientes limpitos y acostaditos cada uno en su camita. Así, cuando regrese, nos dará un tierno besito en nuestras cabecitas y nos contará un bonito cuento hasta que nos quedemos dormiditos.

Después, como cada noche, irá a ver a mamá, llorará ante sus cenizas y le pedirá perdón de nuevo.

Tenía que haber sido él quien se hubiera resistido en el atraco. Pero llevaban a sus dos pequeños y el instinto materno es mucho más fuerte que el miedo a perder la vida. 

M. D.  Alvarez 

miércoles, 27 de marzo de 2024

CSI

Antes de que vuelva papá, tenemos que dejar la habitación impoluta; ¡menuda nos espera si no la dejamos como estaba!! -dijo el mayor.

Pero ha sido un accidente; no creo que se enfade, -Dijo el benjamín..

¿Cómo no se va a enfadar? ¡Si la hemos puesto llena de polvo! No debimos tocar su maletín y mucho menos estornudar sobre los frascos;. -respondió el mediano; dejando el maletín negro con la inscripción CSI grabada en oro en el suelo.

Coge la escoba, la pala y el frasco del polvo; aún nos quedan un par de horas hasta que vuelva.

Pasadas un par de horas, volvió.

- ¿Qué ha pasado aquí?

No sé cómo lo supo, tal vez fue la cara tiznada del benjamín, o quizás nos habíamos dejado una huella. Pero no nos castigó.

M. D. Alvarez

El dador de nombres.

¡Déjala a ella que sea pájaro por una vez! - le recriminó la voz desde lo alto. Al fin y al cabo, tú ya has sido pájaro muchas veces y ahora te toca ser lombriz de tierra -dijo con tono de ironía.

-¿Pero por qué no un león? - quiso saber el hombre.

-Porque ya están asignados todos los nombres de animales, plantas y minerales. Y tan solo me queda la lombriz de tierra. Además, el que da los nombres soy yo -dijo rugiendo la voz- y no hay más que hablar. Tú serás lombriz de tierra y ella será pájaro.

Experimento.

Con esa exactitud tan característica de la ciencia, se pretendía probar la existencia de los tan enigmáticos agujeros de gusano. Pero, como la ciencia a veces se equivoca, lo único que consiguieron fue abrir una enorme fisura temporal por la que se coló una criatura un tanto peculiar que nos enseñó que todos venimos del mismo sitio y nos dirigimos al mismo lugar.

Os preguntaréis, ¿qué tenía de peculiar? Pues que era un enorme gusano parlante. Intentó enseñarnos más cosas, pero no le dimos tiempo. Un general a cargo del experimento lo incineró sin darle tiempo a decir ni una palabra más.

M. D. Alvarez 

Un corazón dos cuerpos

De corazón y científicamente estaba unidos  para toda la vida. De corazón porque compartían un mismo órgano palpitando y que latía al unisono y científicamente porque si los separaban solo uno de ellos sobreviviría y el riesgo de que esté muriera de pena es mucho mayor que seguir siendo dos cuerpos compartiendo un unico corazón.
M. D. Alvarez 

El héroe.

:Héctor, el heredero de un legado oculto, no solo era un prodigio en el intelecto y la agilidad, sino también un virtuoso del baile. Su estatura imponente y su presencia magnética eran complementadas por su cabello castaño y ojos azules, que reflejaban la pasión y la profundidad de su alma. A pesar de su fuerza ilimitada y su mente abrumadora, era en la pista de baile donde su espíritu realmente se liberaba.

El profesor Tanaka, consciente de la excepcionalidad de su pupilo, le enseñó a canalizar su energía a través del arte del movimiento. "El baile es una metáfora de la vida, Héctor", solía decirle. "Cada paso, cada giro, cada salto es un acto de expresión y resistencia. Así como dominas la danza, así debes navegar el mundo."

Elena, por su parte, veía más allá del bailarín. Ella conocía al hombre detrás de la leyenda, al ser humano detrás del héroe. Su amor por él era un reflejo de su admiración por su humanidad, no solo por sus dones. Juntos, encontraban un equilibrio perfecto, una danza de emociones y confianza que les permitía enfrentar cualquier desafío.

Con estos elementos, Héctor no solo es el guardián del planeta, sino también un símbolo de la belleza y la complejidad humanas, un hombre que, a pesar de su poder, encuentra su verdadera fuerza en la vulnerabilidad y el amor.
M D Alvarez 

martes, 26 de marzo de 2024

El encapuchados.

No podía dejar de mirar hacia la puerta de su apartamento, donde había comenzado a asomarse la sombra del encapuchado. 

Había venido por él, no le dejaría escapar. Bajo la capucha se escondía, según cuentan los viejos del lugar, un atroz asesino que vagaba por los páramos asesinando. 

Se cuenta que busca venganza por haber sido ajusticiado sin juicio y ahora se dedica a asesinar a todo aquel que se cruza en su camino, pero eso sí, a todos los que se lo merecen.
M. D.  Alvarez 

Nota: Este relato es pura ficción y no tiene ninguna conexión con personas reales.

Pasión.

Su mirada de un color azul intenso reflejaba su gran amor por ella. Ella lo quería desde que se conocieron en aquel bar. Él la protegió de aquellos maleantes. 

Después de aquello, ella sabía que él la protegería a toda costa. No se separaron jamás. Sus vidas transcurrieron llenas pasión y un amor imperecedero.. 

El continuo siendo su protector y ella le sigio amando con una pasión inquebrantable e indestructible. 
M. D. Alvarez

Matemáticas avanzadas.

Con precisión científica, intentaban demostrar que aquel teorema que les atormentaba era irresoluble. 

Sin embargo, lo único que lograron fue que un joven inverbe les diera una lección de matemáticas avanzadas.

M. D. Alvarez 


El ocaso de los dioses.

Hasta chocar con la pila de maderos que serviría para la pira funeraria de Balder.

Por primera vez sintió miedo. Si se enteran, de que él había sido el causante de la muerte de su hermano, la ira de los dioses recaería sobre él como el más destructor de los abismos.

No le quedaba otro remedio, así que culpó a su otro hermano de haber orquestado la muerte del dios más querido.

El pobre Loki cargó con la culpa; sin embargo, se tomó su venganza desencadenando el Ragnarok, el juicio final de los dioses.

M. D. Alvarez

La pila de maderos.

Hasta chocarse con la pila de maderos, que serían apilados sobre su cadáver a las doce en punto, como manda la tradición.

Pero ella no estaba muerta, no así su marido, un raja de uno de los cientos de reinos que había pedido un entierro tradicional, en el que se quemaba al difunto, a su mujer y al perro. Ella no tenía ni voz ni voto. Solo le quedaba rendirse y aceptar su destino, o no...

M. D. Alvarez

lunes, 25 de marzo de 2024

¿Qué es la belleza?

La belleza no siempre está a simple vista. A veces está oculta en el interior de algunas entidades que caminan por nuestro mundo. 

¿Cómo reconocerlas? Muy fácil, su corazón desprende una luz intensa que ilumina todo a su alrededor. 

Mi corazón brilla por todos aquellos que han sabido mirar más allá de las apariencias. 

Yo, como ente pensante, los percibo con más o menos luz, pero nunca los juzgaré por su apariencia.

M. D. Alvarez.

La luchadora

Por su sensible apariencia, nadie habría apostado por ella. Salvo yo, su entrenador.

Me la entregaron cuando tenía cuatro años. Era deliciosamente delicada en apariencia, pero por dentro era de puro acero.

Bloqueó a mi mejor luchador con tan solo 10 años. A partir de ahí, no ha perdido ningún combate.

Se movía por el cuadrilátero con tal precisión y ligereza que no había recibido ningún golpe. Y así mantenía su cara de niña buena.

Ella era mi campeona, jamás vencida.

M. D. Alvarez.

domingo, 24 de marzo de 2024

Transparente como el agua.

Así era yo, un demonio bajo la apariencia de un ángel. Nadie conoce perfectamente su verdadera naturaleza porque si fuéramos transparentes, nuestras identidades secretas estarían en constante peligro.

Por suerte para mí, el demonio que tenía dentro no era visible. Solo lo sacaba si era necesario. Aquella noche no pude mantenerlo oculto y surgió con todo su poder, pero seguro que no sabéis por qué apareció.

Aunque no lo creáis, también tenemos nuestro corazoncito y si vemos alguna afrenta que se esté cometiendo a la vista de todos y sin que nadie haga nada, entonces es cuando uno no se puede controlar y saca a ese diablo que lleva dentro.

Ahí es donde se manifiesta la verdadera naturaleza humana y ahí es donde yo perdí mi identidad secreta.

M. D. Alvare

sábado, 23 de marzo de 2024

El banquete.


 Todo había sido presentado con cuidado y esmero. Los platos habían sido preparados con mucho cariño y ternura. 

Su anfitriona los recibió con sus mejores galas y fue obsequiada con un precioso ramo de flores que presidió el banquete, el cual se alargó hasta altas horas de la noche. 

Un grupo de amigos así no tiene precio, y su amistad perdurará con el paso de los años. 

Su amistad será legendaria y será conocida en todo el multiverso por sus grandes hazañas..

M. D.  Alvarez 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Lucas nuestro gato escapista.

Qué hace ahí fuera Lucas, arañando la ventana. Lucas es nuestro gato de la suerte, entre otras muchas cosas. Lo rescatamos de morir ahogado cuando algún desaprensivo lo arrojó junto a sus seis hermanitos al río.

Es un gatito precioso, mimoso, y nos trajo la alegría y la paz con sus juegos, saltos y cabriolas; nos hace reír.

Lo maravilloso de Lucas es que tenía la facultad de escabullirse de cualquier sitio, pero nunca nos mostró cómo se escabullía y aparecía, por mucho que lo espiáramos.

M. D.  Alvarez 

martes, 19 de marzo de 2024

Dejad que cada uno sea lo que quiera.

¡Déjala a ella que sea pájaro! Al fin de cuentas, tú eres un león, él es una gacela Thomson y aquel otro dice que es Bonaparte. - Aseveró el hombre de bata blanca que se fue retirando en dirección al edificio blanco. 

M. D. Alvarez

lunes, 18 de marzo de 2024

En huelga. (R.E.C.)

Ninguna suya. Así podía titularse su última historia. Aunque para ello tendría que estrujarse las meninges. Sus musas se habían puesto en huelga. Solo una, la más pequeña, le contó. Porque ninguna era suya.

Su conocimiento fluía de las fuentes del saber universal y ellas, como guardianas, no podían permitir que se ganara la vida de esa forma.

Pero él lo hacía no para ganarse la vida, sino para mostrar al mundo todo su saber. Y ahora tiene que explicárselo de nuevo y así seguir disfrutando de sus susurros.

Menos mal que les gusta la música y enseguida se ponen a susurrarme. 
M D Alvarez 

Gemelos

Ninguna suya. Le había dicho su mujer, pero eso ya lo sabía él.

Tenía problemas de esterilidad, aun así las quería como suyas. Las gemelas eran el vivo retrato de su madre. Morenas y de ojos castaños. También guardaban cierto parecido con él. Y adoraba a su mujer, por eso contrató los servicios de una clínica de inseminación artificial. Cómo era posible que se parecieran a él.
El donante se parecería a él. Incluso su ADN era casi idéntico. No tendría por ahí un hermano gemelo.
Sus padres le habían ocultado un hermano gemelo malvado. 

M D Alvarez 

domingo, 17 de marzo de 2024

Ni Romeo, ni Julieta.

Su historia de amor sería la más recordada, incluso más que la de Romeo y Julieta.

No pertenece a nuestro mundo, sino que pertenece a uno de esos mundos donde todo es posible.

Todo comenzó con una mirada furtiva que incendió sus corazones. Aunque había algo que los separaba. 

Ella era de una familia de artesanos y él pertenecía a una de las castas más pobres, pero eso no les impediría amarse. Sus familias aceptaban de buen grado su unión.

Una vez, en el lago donde ella patinaba, el suelo se abrió y cayó al agua congelada. Él se arrojó tras ella para sacarla del agua helada. Cuando la sacó, la mantuvo con vida hasta que se despertó abrazada a su amado. Les envolvía miles de mariposas que revoloteaban a su alrededor, como en una danza nupcial.

Y diréis, ¿qué los separa? La muerte se llevó a su amado. Ella, con el corazón partido, erigió un santuario a los amantes. 

Quiero pensar que en la otra vida estarán juntos y unidos en un amor abrasador y apasionado, que no tendrá fin.

M D Alvarez 
Este relato está dedicado a Dua Lipa.

sábado, 16 de marzo de 2024

¿Quienes son?

¿Queréis saber quiénes son mis musas?

Los que me conocen ya saben a quién me estoy refiriendo: la música. Tengo gustos varios.

Me gusta la música de Dua Lipa, Evanescence, Ava Max, Madonna, P!nk, Jessie J, Linsey Stirling, etc.

Sí, ya sé que son distintos tipos de música, pero cada canción activa recuerdos arcanos e historias sin contar.

Si no resistieran mis musas, nada saldría de mi cabeza y no tendríais maravillosas historias que, quién sabe, puede que vengan atraídas por ellas de otros universos.

M. D. Alvarez 

viernes, 15 de marzo de 2024

Inif, hielo azul.

Inif, con su mirada gélida y un rastro de humanidad, era la última de su especie. Había luchado valientemente contra los asesinos de su familia, y su aspecto imponía respeto.

Su vida transcurrió en los fríos bosques de la sexta Era Glaciar, como miembro de una de las grandes tribus del norte. Pero su tribu fue diezmada por los del Oeste. Los supervivientes, incluida la familia de Inif, abandonaron sus queridos bosques para unirse a otras tribus. Sin embargo, una avanzadilla de la tribu atacante los persiguió. Cometieron un terrible error al no verificar que todos estuvieran muertos: Inif sobrevivió y juró vengarse de los asesinos de su familia.

Inif se convirtió en la portadora del secreto del hielo azul, entregado por su abuelo antes de partir de los sagrados bosques del norte. Su abuelo, Onahok, había sido el gran chamán de las antiguas tribus del norte. Tras abatir a la avanzadilla enemiga, Inif erigió un gran túmulo donde sepultó con todos los honores a su abuelo, su padre, su madre y su hermano pequeño. Sobre estacas, clavó las cabezas de los asesinos de su familia como advertencia: quien profanara el túmulo sufriría la misma suerte.

Decidida a vengarse, Inif partió en busca del jefe de la tribu del Oeste, que intentaba dominar los territorios del norte antes del invierno. Sin embargo, el tiempo apremiaba.

Su mejor aliado se acercaba: un viento glaciar del norte anunciaba que el invierno estaba a punto de llegar. Inif esperó a que las Órdenes de Cratok se arrebujaran para pasar el invierno. Cubiertos de pieles, parecían enormes focas fáciles de cazar. Su tribu la protegía desde pequeña, enseñándole a no temer al frío. Incluso podía sobrevivir con tan solo una piel de lobo, soportando temperaturas extremas que helaban los arroyos.

En contraste, la tribu de los Cariuk estaba acostumbrada a climas cálidos con altas temperaturas. Su piel morena y sus ropas ligeras les permitían soportar el calor abrasador de los desiertos del sur.

Inif se encontraba en una encrucijada. A pesar de su determinación, sabía que enfrentarse a la tropa de élite de Cratok sería una prueba extrema. La tormenta rugía a su alrededor, y la nieve se arremolinaba en espirales. Pero Inif no titubeó.

Los siete hombres de Cratok eran formidables. Disciplinados y letales, habían sobrevivido a innumerables batallas. Sin embargo, Inif tenía una ventaja: conocía el terreno como nadie. Se movía entre los copos de nieve como una sombra, sus pasos apenas audibles.

La lucha fue feroz. Espadas chocaron, y el hielo azul centelleó en la penumbra. Inif se enfrentó a cada enemigo con precisión mortal. Uno a uno, los hombres de Cratok cayeron.

Finalmente, solo quedaba Cratok. El jefe enemigo la miró con desprecio. "Eres solo una mujer", dijo con arrogancia. Pero Inif no se dejó intimidar. Sus ojos gélidos reflejaban la ira y la sed de venganza.

El duelo fue épico. Cratok era fuerte, pero Inif era más rápida y astuta. Esquivó sus ataques, encontrando las brechas en su defensa. Finalmente, con un movimiento certero, clavó su espada en el corazón de Cratok.

El jefe enemigo cayó de rodillas, la vida abandonándolo. Inif lo miró con frialdad. "Esto es por mi tribu", susurró. Cratok murió con los ojos abiertos, incapaz de comprender cómo una mujer solitaria había logrado vencerlo.
M D Alvarez 

jueves, 14 de marzo de 2024

Criatura perfecta

Era un portento de la naturaleza. Todo en ella la convertía en la criatura más espectacular y hermosa de todos los reinos. Cuando aparecía, el silencio se abría paso. 

Su espectacularidad era tal que podía convertirse en el ser humano más delicado, dulce y brillante que se hallara sobre la faz del planeta. Pero le acarrearía gran cantidad de problemas. 

Todos la consideraban ingenua, pero no lo era. Era lista e ingeniosa y decidió quedarse conmigo y ser mi musa. Mostrarme todos los secretos del universo y sus mundos oscuros.

M D Alvarez 

Mundos olvidados.

En este vasto universo, no estamos solos. Más allá de nuestra comprensión, existen otros mundos olvidados que surcan los confines del espacio y el tiempo. Estos mundos están poblados por seres como nosotros, que viven sus vidas sin prestar atención a lo que ocurre más allá de sus propias fronteras.

Sin embargo, la ignorancia no es siempre buna dicha. Un peligro inminente se cierne sobre estos mundos olvidados. Nosotros, los colonizadores, nos expandimos sin piedad, saqueando sus recursos naturales para nuestro beneficio egoísta. Codiciosos y sin escrúpulos, derrochamos lo que tomamos sin considerar las consecuencias.

El poder de unos pocos puede llevar a la extinción de muchos. Pero, ¿qué sucede si uno de estos mundos olvidados se alza contra nosotros? ¿Qué ocurre si se niegan a ser víctimas de nuestra avaricia y nos enfrentan con valentía?

La historia de estos mundos ocultos está por escribirse. ¿Seremos los conquistadores insensibles o los desafiados que se alzan para proteger lo que es suyo? El destino de muchos pende en un delicado equilibrio.

Así que, querido lector, levanta la cabeza y contempla los cielos. Los mundos ocultos están ahí fuera, esperando a ser descubiertos. ¿Estás listo para enfrentarte a lo desconocido? 

M D Alvarez 

miércoles, 13 de marzo de 2024

Ese oscuro objeto del deseo.

Lo único en lo que podía pensar era en que necesitaba a toda costa poseer a esa preciosidad. Sus 25 años, sus ojos azules y su cabello pelirrojo lo tenían de cabeza. No podía pensar en otra cosa.

Seguro que cuando la consiguiera, dejaría de tenerla siempre presente y el objeto de su deseo pasaría a ser otra de las muchas jovencitas que había por la calle.

¡Mujeriego! Sí. Pero tiene su explicación: solo había sido rechazado una vez y se juró no volver a serlo.

M. D. Alvarez 

Aura pura.

Su aura era negra como el azabache, pero siempre cabía la posibilidad de disiparla de forma pacífica.

A sus respuestas violentas, yo le respondía con mi resistencia pacífica, así hasta conseguir que su aura negra comenzara a variar su tonalidad.

Buena era yo para cambiar las auras más lúgubres y oscuras, ya que en mi vida pasada había sido Mahatma Gandhi y gozaba de una paz interior a prueba de bombas. Y a prueba de las auras más oscuras y funestas.

Me había encontrado con las auras más dañinas de todas y las vencí con mi resistencia pacífica.
M D Alvarez 

Una reina.

Su pelo rojo al viento le daba un carácter impredecible. Ella era la única que lograría unificar las tribus de los norteños, pero su amor permanecía en su tienda durmiendo entre pieles de oso. Era una joven increíblemente hermosa y de pelo negro como el azabache.

Antes de unirse, tendría que acabar con las disputas de los pueblos del norte para poder estar con su compañera, a la que amaba con locura. Todo ello se debía a que los hombres norteños no deseaban una reina que no pudiera darles un heredero al estar unida sentimentalmente con otra mujer. Pero todavía no estaba todo decidido, su guardia personal la apoyaba hasta la muerte si era preciso. Ella decidió adoptar un huérfano y lo nombró sucesor. Eso pareció calmar a los jefecillos envidiosos.

Su fortaleza la recibía de todos aquellos que la amaban y sabían de su dilema al amar a una mujer.

Revoloteando.

Las musas danzaban sobre mi cabeza susurrándome historias variopintas. Mientras yo dormía plácidamente, ellas bailaban a mi alrededor otorgándome todo el saber ancestral.

Las musas danzaban sobre mi cabeza, susurrándome historias variopintas. Mientras yo dormía plácidamente, ellas bailaban a mi alrededor otorgándome todo el saber ancestral.
M D Alvarez 

El adiós.

El profesor al que habían entregado su hijo, era la única persona que sabía de su existencia.

Pero tenían que partir en una misión que tal vez era su final. Se despidieron de su pequeño al que habían dotado de todos sus dones, para que cuando creciera se hiciera protector del planeta. 

Héctor que así se llama nuestro héroe, creció fuerte, hagil e inteligente.

Bajo la supervisión de su maestro que le hablaba de sus padres y le inculcado el amor a la humanidad y hacia el planeta. 

Los conocimientos de Héctor eran asombrosos, pero no podía ni debía divulgar sus conocimientos. No se atrevía a mostrar toda la sabiduría ancestral sin saber si sus conocimientos llevarían a la extinción de la raza humana. Ni siquiera su buen amigo el profesor Tanaka conocía sus pensamientos. 
Tan solo, Elena había logrado vislumbrar su potencial.

Y ella le amaba por no mostrarse tal y como era. Con ella era delicado, encantador y sensible.
M. D.  Alvarez 

Femme Fatale

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La historia fluye como un río turbulento, arrastrando consigo la pasión y el peligro. La protagonista, una Femme Fatale, se desliza entre la luz y la oscuridad, atrayendo a los chicos malos con su sensualidad y dominándolos con una sola mirada. Su poder es innegable, pero también su soledad, pues después de usarlos, los abandona sin mirar atrás.

Sin embargo, el chico especial, el asesino y pendenciero, parece ser diferente. ¿Quizás él sea el que la atrape? Pero, como bien dices, siempre llegará alguien más, alguien que desplace al anterior. Así es la naturaleza de una Fatale.

La dualidad de la atracción y el peligro, la pasión y la traición, se entrelaza en esta historia, creando un juego de emociones y decisiones que podría cambiar el destino de todos los involucrados. 

M D Alvarez 

martes, 12 de marzo de 2024

Reputación.

A cicatrices no hay quien me gane. Buena era yo para pelearme y conseguir mis cicatrices.

No es que fuera pendenciera. Me había labrado mi reputación y me debía a ella. Sin esa reputación no sería nadie.

Mi esfuerzo me había costado hacerme con tal cantidad de cicatrices que me había llevado a agenciarme la más alta de todas las reputaciones.

Reputación por defender a los más desfavorecidos.
M D Alvarez 

Páguense sus copas.

Que una es pudiente pero no tonta. Se decía cada vez que salía de marcha y querían hacerme pagar las copas. 
Lo único que iban a conseguir era un buen dolor de cabeza. 
En el siguiente bar se metió en un reservado para que no la molestaran. Allí bebió todo lo que quiso y se fue pagando solo sus copas. Tenía que beber para olvidar las malas experiencias que le había dado su pareja cuando la dejó por una de 18 años.

domingo, 10 de marzo de 2024

Erictonio.

La fealdad no era debida a sus progenitores, sino que había nacido de la unión de dos esencias incompatibles. 

Aún así, era amado por sus familiares y amigos. Su nombre puede que no os diga nada. Erictonio, el primer soberano de la magnánima Atenas. Hijo adoptivo de la diosa Atenea.

Según cuenta la leyenda, Erictonio fue dejado al cuidado de tres doncellas con la condición de no abrir la canastilla donde había sido depositado. Pero ya sabéis la condición La fealdad no era debida a sus progenitores, sino que había nacido de la unión de dos esencias incompatibles.

Aún así, era amado por sus familiares y amigos. Su nombre puede que no os diga nada. Erictonio, el primer soberano de la magnánima Atenas, hijo adoptivo de la diosa Atenea.

Según cuenta la leyenda, Erictonio fue dejado al cuidado de tres doncellas con la condición de no abrir la canastilla donde había sido depositado. Pero ya sabéis la condición humana: curiosidad, curiosidad y más curiosidad.

Dos de las tres doncellas hicieron caso omiso de las advertencias de la diosa de la sabiduría y abrieron el cesto, quedando horrorizadas y abrasadas al instante. La diosa las fulminó de forma instantánea. La tercera quedó al cuidado del indefenso bebé.

¿No os he dicho ya cómo era el aspecto del chiquitín? El cuerpo era humano, pero tenía una cola de reptil.

M. D. Álvarez

Un paladín.

"Hoy es el día de su advenimiento, cuando todos los demonios salen de su encierro para campar a sus anchas por el mundo sin que nadie se lo impida ni les plante cara. Solo los más fuertes podrán sobrevivir al caos del fin de los tiempos.

Yo, entre los paladines que escogieron los pobladores del mundo que habitamos, puedo enfrentarme con ellos y terminar con el dolor que están causando."
M D Alvarez 
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Otros mundos.

Nuestro héroe, intrigado por la conversación, se sumergió en el fascinante mundo de la física teórica. El libro "El universo elegante" de Brian Greene, que ella estaba leyendo, exploraba las últimas investigaciones sobre la teoría de cuerdas. Esta teoría sugiere que los constituyentes fundamentales del universo son filamentos o cuerdas que existen en hasta once dimensiones, aunque solo experimentamos directamente una dimensión temporal y tres espaciales.

Las vibraciones de estas cuerdas predicen propiedades físicas como masas y cargas. Aunque hay avances significativos, la matemática detrás de la teoría de supercuerdas aún está en desarrollo. Por otro lado, nuestro héroe mencionó su preferencia por "La teoría del todo" de Stephen Hawking.

La idea de un multiverso también surgió en la conversación. Imagina millones de burbujas emergiendo en un agua hirviendo que no deja de expandirse. Cada burbuja representa un universo con sus propias leyes físicas, y en este multiverso, todo es posible. ¿Qué opinas al respecto?

Ella, sonriendo, le preguntó si conocía la teoría del multiverso. Nuestro héroe respondió que era una de sus favoritas. Juntos se dirigieron hacia Nuevo México, específicamente a San Agustín, donde se encuentra el **Very Large Array (VLA)**. Este conjunto de 28 radiotelescopios, dispuestos en una matriz en forma de "Y", interpreta información recopilada de los telescopios para revelar los secretos del cosmos.

Allí, en medio de la vastedad del desierto, nuestro héroe mostró a ella la región más fría que había captado con su interfaz de inteligencia: el comienzo mismo del universo. La curiosidad de ella se despertó aún más, y juntos exploraron las maravillas del multiverso y las fronteras de lo desconocido..

Después de aquel día, se volvieron inseparables. Él había encontrado a su alma gemela, con quien disfrutaría de la vida, a quien protegería sin importar el riesgo. A quien amaría sobre todas las cosas y con quien descubriría mundos de luz, donde un millón de soles los iluminarían, y mundos umbrosos, donde la oscuridad más profunda los envolvería.

En esos mundos, explorarían paisajes inexplorados, desentrañarían misterios antiguos y compartirían risas y lágrimas. Juntos, enfrentarían desafíos y celebrarían victorias. Cada día sería una nueva página en su historia, escrita con la tinta de la pasión y la complicidad.

M D Alvarez 

viernes, 8 de marzo de 2024

Misión 505

En un rincón olvidado del cosmos, donde los glaciares eternos se alzaban como guardianes silenciosos, nuestro héroe enfrentó su desafío más crítico: la amenaza de las armas de destrucción masiva. El enemigo, implacable y numeroso, no dudaría en utilizar su arsenal contra él.

Pero aquí estaba él, solo y decidido, con la responsabilidad de proteger no solo su propia vida, sino también el paraje de hielos imperecederos que albergaba secretos ancestrales y belleza indomable. Las bombas termonucleares amenazaban con desgarrar la frágil armonía de este lugar.

Nuestro héroe no era invulnerable. Las armas no le afectarían directamente, pero su compañera, una intrépida científica llamada Elena, y los hielos mismos, eran vulnerables. La detonación de esas bombas sería catastrófica.

Entonces, los refuerzos llegaron. Otros valientes se unieron a su causa, dispuestos a seguir sus órdenes. El plan estaba trazado: activo su interfaz y  concentró toda su energía en las lanzaderas enemigas. Elevó las naves por los aires y las arrojó al espacio profundo, donde su amenaza se desvaneció en la vastedad estelar.

Los refuerzos, fieles y valerosos, se enfrentaron a las tropas de asalto en una batalla épica. Explosiones, rayos láser y coraje se entrelazaron en un ballet cósmico. El héroe observó desde la distancia, sabiendo que su sacrificio tenía un propósito mayor.

Al final, los hielos imperecederos permanecerían protegidos, y la humanidad seguiría su curso en un mundo ajeno a esta lucha. Pero en los corazones de aquellos que presenciaron la batalla, el héroe sería recordado como un faro de esperanza y valentía.

Así concluyó la **Misión 505**, y nuestro héroe, anónimo para muchos, siguió su camino, listo para enfrentar nuevas aventuras y desafíos en los rincones más remotos del universo.

M D Alvarez 

La ruleta de los secretos.

En un sórdido sótano en las entrañas de la ciudad, donde los desesperados se reunían para jugar a la ruleta rusa. No era un juego cualquiera; aquí, las balas no eran de plomo, sino secretos. Cada participante cargaba su revólver con una bala que contenía una verdad oculta, algo que preferirían llevarse a la tumba.

Un hombre con ojos cansados y una sonrisa amarga, se sentó alrededor de la mesa con los otros jugadores. Todos compartían la misma mirada de desesperación, la misma necesidad de liberarse de sus demonios internos. Pero el narrador sabía algo que los demás no: había descubierto la clave para sobrevivir.

El personaje de rojo, un enigmático anfitrión con una risa siniestra, giró la ruleta. El tambor hizo clic, y la bala pasó de un tambor a otro. El narrador sintió el frío metal contra su sien. ¿Qué secreto se revelaría? ¿Cuántos quedaban en este juego macabro?

Uno a uno, los jugadores apretaron el gatillo. Algunos cayeron muertos, sus secretos expuestos al mundo. Otros temblaron de alivio al descubrir que su bala estaba vacía. Pero el narrador sonrió. Sabía que la bala que le tocaba estaba cargada con la verdad más peligrosa de todas: la identidad de los fantasmas al otro lado.

Los fantasmas, vengativos y hambrientos de justicia, esperaban en la oscuridad. No guardaban rencor hacia el narrador, pero sí hacia aquellos que habían jugado con sus vidas. Y ahora, con cada disparo, se acercaban un poco más.

Apretó el gatillo. La bala salió disparada, y la habitación se llenó de humo. El personaje de rojo sonrió. "¿Cuántos quedan?", preguntó.

Él, se levantó, mirando a los fantasmas que se materializaban ante él. "Suficientes", respondió. "Pero no les diré quiénes son. Que ellos mismos lo descubran".

Y así, tontamente, el narrador se adentró en la oscuridad, dejando atrás a los descerebrados y sus secretos. Los fantasmas se abalanzaron sobre los sobrevivientes, y el sótano se llenó de gritos y confesiones.

El personaje de rojo observó desde la sombra. "¿Qué sabes, narrador?", susurró. Pero él ya no estaba allí. Solo quedaba el eco de su risa, cargada con la verdad que cambiaría todo.

M D Alvarez 

jueves, 7 de marzo de 2024

El árbol de la sabiduría.

El encuentro fue efímero, pero su impacto resonó en el tiempo. Nosotros dos, como dos almas errantes, nos cruzamos en un instante. Cada uno tenía una búsqueda, un anhelo secreto que se reflejaba en nuestros ojos.

Tú, con tus manos extendidas, recibiste una semilla. Era pequeña y aparentemente insignificante, pero contenía un potencial inmenso. La sostuviste con reverencia, como si supieras que dentro de esa cáscara dormía el destino de un bosque entero.

Yo, por mi parte, obtuve un recuerdo imborrable. No fue un simple recuerdo, sino una marca en el alma. Se grabó en mí como un tatuaje invisible pero eterno. Sabía que no podría separarme de él jamás.

Decidí plantar la semilla. La enterré en la tierra fértil, bajo la luz de la luna. Esperé con paciencia mientras las estaciones pasaban. Al cabo de algún tiempo, un tierno brote emergió. Sus hojas eran verdes y vibrantes, ansiosas por tocar el cielo.

El árbol creció con una determinación asombrosa. Su tronco se alzó, sus ramas se extendieron. Pero su naturaleza era indeterminada. No era un roble ni un cedro; era algo más antiguo, más misterioso. Sus raíces se hundieron profundamente en la tierra, buscando respuestas en las entrañas del mundo.

Y los frutos... oh, los frutos. Eran jugosos y tiernos, como prometiste. Pero no eran simples manjares para el paladar. Cada bocado otorgaba conocimiento. Quienes los probaban experimentaban visiones, recuerdos de vidas pasadas y revelaciones sobre el universo. El árbol se convirtió en un oráculo viviente.

A todo aquel que se atrevía a probar sus frutos, le otorgaba el don del saber infinito. Pero de momento, solo yo había tenido ese privilegio. Me sumergí en sus secretos, en sus verdades ocultas. Mi mente se expandió, mis ojos vieron más allá de lo visible.

Así pasaron los años. El árbol se convirtió en un punto de encuentro para almas sedientas de sabiduría. Pero yo seguía siendo su guardián solitario. El recuerdo original, el encuentro efímero, me sostenía. Era mi deber protegerlo, compartirlo con aquellos que buscaban respuestas.

Y así, en la sombra de sus hojas, continué mi relato. ¿Qué más aguarda en el corazón de este árbol? ¿Qué otros misterios se desvelarán con el tiempo? La historia sigue, y yo soy su narrador, su testigo silencioso.

M D Alvarez 

miércoles, 6 de marzo de 2024

Extasis del ritmo.

En los momentos en que no está salvando el mundo, nuestro héroe se sumerge en un universo paralelo de pasión y movimiento. Su cuerpo se convierte en un instrumento, y la música fluye a través de él como un torrente de energía.

El escenario se ilumina, y la multitud contiene la respiración. Las notas musicales vibran en el aire, y nuestro héroe emerge con una elegancia imponente. Su metro noventa de estatura se despliega como un ciprés en el viento. El pelo negro, ligeramente alborotado, enmarca su rostro mientras sus ojos azules brillan con anticipación.

La música comienza, y él se mueve. Sus movimientos son una sinfonía de precisión y gracia. Los brazos se alzan, las piernas se extienden, y su cuerpo se retuerce en armonía con el ritmo. Es como si la música lo poseyera, y él se convierte en su instrumento.

Con cada giro, el público queda atrapado en su hechizo. No importa si es un tango apasionado, un hip-hop frenético o un vals melancólico; él se adapta a todo. Los cantantes de renombre hacen fila para tenerlo en sus equipos. Dua Lipa lo quiere para su próximo video musical, Ava Max para su gira mundial, y los Black Eyed Peas para su próximo espectáculo en Las Vegas.

Pero no es solo su destreza técnica lo que lo hace especial. Es la pasión que irradia. Cada movimiento está imbuido de emoción. Cuando baila, el mundo desaparece, y solo existe él y la música. Es un regalo que comparte con el mundo.

Y así, en medio de los aplausos y las luces deslumbrantes, nuestro héroe sigue bailando. Porque para él, el baile no es solo una habilidad; es una forma de vida. Es su manera de celebrar la existencia, de encontrar belleza en el caos.

Así que la próxima vez que lo veas en el escenario, observa cómo se funde con la música. Verás la magia en sus movimientos, la pasión en sus ojos y la promesa de un mundo mejor en cada paso. 

M D Alvarez 

martes, 5 de marzo de 2024

El origen.

Desde su infancia, Héctor supo que era diferente. Los genes de sus padres, ambos excepcionalmente fuertes, ágiles e inteligentes, fluían por sus venas. Pero el tiempo con ellos fue breve; apenas tuvo oportunidad de disfrutar de su niñez.

En su último día, su madre le encomendó una misión: cuidar de la Tierra en caso de que no regresaran. A los ocho años, quedó al cuidado de un profesor que le enseñó a amar la vida. La naturaleza de su linaje era un enigma: su fuerza no tenía límites, su inteligencia trascendía lo concebible y su velocidad era inigualable.

Entrenó incansablemente hasta los dieciocho años y se dispuso a buscar a sus padres. El último lugar donde habían estado era inhóspito y oscuro. Allí, encontró una fortaleza inexpugnable de 500 metros de altura. Al trepar hábilmente hasta la cima, lo que vio lo horrorizó: la fortaleza yacía en ruinas, sus habitantes aniquilados.

Descendió y junto al portón, una placa revelaba la verdad: "Los habitantes de estos muros son culpables de destrucciones sistemáticas de planetas. Son sentenciados a morir por sus propias armas". Sus padres habían ejecutado la sentencia, fusionando sus energías en una reacción en cadena que arrasó la ciudad.

Héctor, mitad humano por parte de su madre, descubrió que su padre descendió de los cielos para proteger este precioso planeta azul. Así, nuestro héroe se convirtió en el guardián de la Tierra, luchando en las sombras para preservar la paz y la esperanza.

M D Alvarez  .

lunes, 4 de marzo de 2024

Ojos verdes.

Su mirada, dulce y cautivadora, atravesaba los corazones de la audiencia. Como un hechizo, su voz los encandilaba y los hacía bailar al ritmo de sus canciones. Cada nota era un canto a la vida y a la esperanza, y el público saltaba en éxtasis.

Pero eran sus ojos verdes los que contenían la verdadera magia. En ellos, una chispa de fuego ardía, incitando a la multitud a danzar al unísono. Aquella noche, dedicó una canción especial a su pareja, quien formaba parte de su cuerpo de baile. Las notas fluyeron como un río de emociones, y cuando el último acorde resonó, ella se dirigió hacia él.

El beso apasionado que compartieron hizo estallar en gritos de alegría a todos los asistentes al concierto. El amor y la música se entrelazaron en un momento mágico que quedó grabado en la memoria de todos.

Así, la leyenda se propagó por los rincones del mundo, recordándonos que el poder del arte puede unir corazones y encender pasiones.

M D Alvarez 

La escritora.

Sus lágrimas se mezclaron con los gritos desgarradores mientras susurraba: "Tierra, trágame". Había escapado a su propio mundo, un refugio donde el dolor y las ataduras no existían. Pero la venganza llamaba a su puerta, implacable y voraz.

No quería regresar, pero sabía que debía hacerlo. Aquellos que le habían causado daño debían pagar con creces. Se enfrentó a ellos con determinación, revelando su talento oculto: la escritura fluida que cobraba vida ante sus ojos. Las palabras danzaban en el aire, tomando forma y sustancia.

Los culpables quedaron sobrecogidos al ver lo que emergía frente a ellos. Sabían lo que les esperaba: serían engullidos por sus propias acciones, triturados por la justicia que ella personificaba. No quedaría ni un ápice de su maldad.

La venganza tenía un precio, y ella estaba dispuesta a pagarlo. Pero al final, ¿quién sería el verdadero vencedor? ¿La justicia o la oscuridad que habitaba en su corazón?

La tierra no se tragó a nadie esa noche, pero el destino sí se encargó de ajustar cuentas. 

M D Alvarez 

El enlace.

En las calles bulliciosas, donde los destinos se cruzan como hilos en un telar, nuestro héroe vislumbró a una figura que destilaba misterio y belleza. Sus ojos se encontraron en un instante, y en ese fugaz encuentro, el mundo se redujo a un solo pensamiento: ella.

Pero como en toda buena historia, la vida los separó. Ella desapareció en la boca del subterráneo, y él quedó con la certeza de que volvería a buscarla. Sin embargo, su camino estaba trazado por una misión urgente y peligrosa.

Infiltrarse en una organización terrorista era su deber. Las células activas amenazaban la paz mundial, y él era el elegido para desarticularlas. En medio de su tarea, la vio nuevamente. Ella estaba con un grupo de individuos de dudosa reputación. ¿Sería ella su enlace?

Siguió sus movimientos desde la sombra, hasta que ella lo invitó con un sutil gesto a seguirla a una cafetería. Allí, ella le entregó un dispositivo inalámbrico que le abriría las puertas de la base terrorista. Información crucial fluyó: siete células activas planeaban atacar las centrales de energía solar más importantes del mundo.

"Nos veremos pronto", dijo ella con convicción. Y él no dudó en responder: "Cuando termine esta misión, me gustaría invitarte a comer". Así, ella se levantó y se alejó, dirigiéndose a las coordenadas secretas.

La base estaba oculta en un bunker militar. Nuestro héroe activó su interfaz de inteligencia CGI y abrió la puerta sin esfuerzo. Localizó cada célula y se dispuso a neutralizarlas. Cuando todo estuvo hecho, colocó cargas de demolición para destruir el bunker.

El mundo nunca sabría de su sacrificio, pero él seguía siendo un héroe en las sombras, movido por la palabra y la acción. Su nombre no figuraría en los libros de historia, pero su legado perduraría en la memoria de aquellos que luchan por un mundo mejor.

M D Alvarez 

domingo, 3 de marzo de 2024

La campana del final de lis tiempos.

"El Campanazo" resonaba con un eco ancestral, su sonido reverberando a través de los siglos. La campana, colosal y ominosa, anunciaba el ocaso de nuestra era dorada. ¿Quién hubiera pensado que nosotros, los habitantes de este mundo, seríamos los arquitectos de nuestra propia destrucción? Y todo por un simple acto: tocar lo que no debíamos.El mensaje inscrito en la campana era claro: "No tocar". Las consecuencias, sin embargo, eran más ominosas aún. Un solo tañido de esta campana, el último badajo de los tiempos, desencadenaría la extinción de todas las especies en nuestro mundo. Las letras rojas, como sangre coagulada, advertían del peligro.¿Quién fue el insensato que la hizo sonar? ¿Qué motivación lo llevó a desafiar la advertencia grabada en piedra? Quizás la curiosidad, la arrogancia o la desesperación. Pero ahora, el eco de su elección resonaba en cada rincón del planeta, como un lamento final.En retrospectiva, ¿cómo podríamos haber evitado este desenlace? ¿Cómo podríamos haber protegido nuestra edad dorada de su trágico fin? Las respuestas se perdieron en el viento, junto con los suspiros de las criaturas que ya no existían.Así que aquí estamos, al borde del abismo, con la campana inmóvil pero su advertencia aún vibrando en nuestros corazones. Pero al menos, recordemos esta lección: a veces, el silencio es más sabio que el tañido de las campanas.
M D Alvarez 

Eclipse total

El fatídico día había llegado. El mundo se sumía en una penumbra inquietante, como si el universo mismo contuviera la respiración. **El eclipse total** se cernía sobre nosotros, y con él, la promesa de un cambio irrevocable.

Las leyendas ancestrales hablaban de puertas selladas por ángeles, guardianes celestiales que protegían nuestro planeta de las fuerzas oscuras. Durante eones, estas puertas habían permanecido cerradas, impidiendo que las criaturas exiliadas encontraran su camino de regreso. Pero ahora, en el momento preciso, los sellos se romperían.

A las 12 del mediodía, cuando el sol se ocultara por completo, las puertas se abrirían. **Las hordas de criaturas desterradas** se precipitarían hacia nosotros, ansiosas por vengarse. ¿Qué pecados habíamos cometido para merecer tal castigo? ¿Qué secretos ocultos habían desencadenado la ira de los ángeles?

Habíamos olvidado, o tal vez ignorado, la historia antigua. En tiempos remotos, estas criaturas habían compartido nuestro mundo. Convivieron con nosotros, nos observaron desde las sombras. Pero algo cambió. Un desequilibrio, una traición. Los ángeles, celosos de su dominio, los expulsaron. Los desterraron al abismo, al averno.

**Ahora**, en el eclipse, pagaríamos el precio. Las criaturas se alzarían desde las profundidades, sus ojos ardientes de rencor. Nos acusarían con sus garras y susurros. Nos recordarían nuestra complicidad en su exilio. Y entonces, la venganza sería suya.

Las ciudades se sumirían en la oscuridad. Los ríos se volverían negros. Los bosques gemirían bajo el peso de su presencia. **La humanidad**, indefensa, enfrentaría su destino. ¿Podríamos resistir? ¿Podríamos luchar contra la marea de sombras?

En el último instante antes de que las puertas se abrieran, miré al cielo. El sol, eclipsado por la luna, parecía un ojo cósmico, observando nuestro juicio. ¿Habíamos aprendido algo? ¿Habíamos cambiado lo suficiente para merecer la redención?

El reloj marcó las 12. **Las puertas del averno** se abrieron. Las criaturas avanzaron, sus aullidos llenando el aire. No había escapatoria. Solo nos quedaba enfrentar nuestro pasado y esperar que, quizás, en la oscuridad, encontraríamos la luz.

Así, en el umbral de la eternidad, **el eclipse total** nos envolvió. El mundo tembló. Y yo, como tantos otros, me pregunté si alguna vez podríamos redimirnos.

Fin
M D Alvarez 

Fuerza Interior.

No era un humano corriente en sus venas ardia sangre de héroes. Su fuerza y velocidad superaban con creces a la de sus compañeros. Era un ser excepcional, unico en su especie. Pero no solo se trataba de habilidades fisicas, su mente alvergaba un gran secreto: La Coraza de Guia Inteligente (CGI,) una invención suya.

Era una conexión directa con el mundo que lo rodeaba. A través de ella, podía anticipar peligros, calcular trayectorias, etc. La tecnología se fusionaba con su ser, convirtiéndolo en algo más que humano. 

La última misión resonaba en su memoria. Sus compañeros estaban atrapados en las cabinas de emergencia los liberó, activando CGI. Seguidamente efectúo un salto halo desde una altitud muy superior a la recomendada. 

Gracias  a su CGI pudo aterrizar casi sin peligro. Localizo a sus compañeros ilesos que esperaban sus ordenes. Pero no había órdenes; la misión habían concluido .  Juntos, disfrutaron de un nuevo día,  aunque todos sabían que la próxima mision acechaba en algun lugar del futuro .

La Fuerza Interior del protagonista no solo residía en su sangre heroica o en su tecnología. Era la determinación que lo impulsaba, la voluntad de proteger a los demás sin importar el costo. Y así, con la CGI como su aliada, se preparaba para enfrentar lo desconocido una vez más.
M D Alvarez 



 

sábado, 2 de marzo de 2024

Esfera oscura.

Prisionero de su esfera oscura, agazapado y acechante, esperaba a su próxima víctima. Atraídas por sus susurros, las almas indefensas se acercaban, sin sospechar que su destino estaba sellado. El monstruo ancestral, hambriento y antiguo, se abalanzaba sobre ellas, devorándolas sin piedad. Pero su apetito no se saciaba con la carne; transformaba a las desdichadas en criaturas espantosas, condenadas a vagar en su esfera oscura. El pánico reflejado en sus ojos pulidos era su única compañía, mientras la prisión eterna las aprisionaba sin escape. 

Belial, el Destructor.

Parecía que las puertas del cielo se habían abierto. De repente, sin previo aviso, apareció una criatura espantosa. Había sido enviada a través de las puertas que suponíamos nos darían acceso al ansiado paraíso. Pero en lugar de eso, nos encontramos con Belial, el Destructor. Al parecer, habíamos sido unos hijos muy tercos, y era hora de que nos castigaran de forma severa.

Belial era un monstruo imponente, con más de **2000 metros de altura**. Estaba cubierto de púas envenenadas y tenía **trescientas cabezas**, cada una coronada con tantas coronas como mundos había aniquilado. Además, poseía **doscientos brazos** recubiertos de escamas de diamante. Pero lo más aterrador de todo era su abdomen, del cual emergían **trescientos tentáculos** sinuosos de un tamaño colosal.

Estábamos a merced de esta pesadilla devoradora. Todo lo que se cruzaba en su camino era consumido sin piedad. En definitiva, estábamos a merced de Belial, el Destructor, por motivos más que sobrados. Nos tocaba apechugar con él.

M D  Alvarez 

El Portal de las sombras.

En el umbral de lo desconocido, el portal se alzó como una grieta en la realidad. Su mera existencia desafiaba la lógica y la cordura. Nadie se atrevió a cruzarlo, temerosos de lo que yacía al otro lado. Pero yo, impulsado por la curiosidad y la insensatez, decidí aventurarme más allá.

El primer paso fue como sumergirse en un abismo. La luz se desvaneció, y las sombras se cerraron a mi alrededor. El aire era denso, cargado con la promesa de secretos oscuros. El mundo que emergió ante mí era un reflejo distorsionado del nuestro: un lugar donde la luz no tenía cabida y las criaturas acechaban en la penumbra.

Las criaturas… oh, las criaturas. No eran monstruos en el sentido tradicional. No tenían garras ni colmillos afilados. Más bien, eran entidades etéreas, como suspiros atrapados en la noche. Se alimentaban de la luz, devorando cualquier destello que se atreviera a penetrar su dominio. Sus ojos brillaban con una tristeza ancestral, como si anhelaran algo que habían perdido hace eones.

Mi misión era clara: cerrar el portal y sellar este mundo de sombras. Pero al llegar al otro lado, me di cuenta de que no podía hacerlo desde fuera. El portal no tenía una cerradura que pudiera girar o un mecanismo que pudiera desactivar. Debía cerrarlo desde dentro, condenándome a mí mismo a habitar este reino de oscuridad.

M D Alvarez

viernes, 1 de marzo de 2024

¿Mamá, o el dragón? (Nueva versión)

El dragón, majestuoso y antiguo, habitaba en lo más profundo del bosque. Sus escamas centelleaban bajo la luz del sol, y su aliento ardía como el fuego de mil soles. Era un ser solitario, un guardián de secretos y tesoros olvidados.

La madre, en cambio, era una mujer terrenal. Sus ojos reflejaban la preocupación y el cansancio de criar a una hija traviesa. No tenía escamas ni alas, pero su lengua afilada podía herir más que cualquier garra de dragón.

La vajilla rota yacía en pedazos en el suelo. El dragón no se inmutó; después de todo, ¿qué significaba una vajilla comparada con los siglos que había vivido? Pero la madre lloró. Cada fragmento era un recuerdo, un vínculo con su pasado.

La niña, con lágrimas en los ojos, se acercó al dragón. "¿Por qué destruí la vajilla, mamá?" preguntó. "¿Por qué soy tan impulsiva?"

La madre la abrazó. "Porque eres mi hija", dijo. "Y aunque a veces me haces enojar, también eres mi mayor tesoro."

El dragón observó la escena desde la sombra. ¿Qué entendía él de las relaciones humanas? Pero algo en su corazón antiguo se conmovió. Quizás, solo quizás, había algo más valioso que los tesoros y las vajillas rotas: el amor y la comprensión entre madre e hija.

Así que la niña decidió quedarse con su madre. El dragón asintió con la cabeza, como si aprobara su elección. Y mientras el sol se ponía sobre el bosque, la vajilla rota pareció brillar con una luz dorada, como si estuviera llena de historias y recuerdos.

En ese momento, la niña supo que había tomado la decisión correcta. Porque, al final del día, el amor era más fuerte que cualquier dragón o vergüenza. Y eso, pensó, era algo que valía la pena proteger.

M D Alvarez