No, claro que no queremos, pero debemos hacerlo por el bien común. –Dijeron al unísono el batallón, sabiendo que no saldrían vivos de allí.
Lo que ocurrió a continuación, fue que cargaron todos a un tiempo contra un enemigo muy superior y severamente disciplinado, que acabó con todos ellos sin dejar uno vivo.
Lo que nunca supieron fue que ellos sembraron el germen de una nación que se negaría a agachar la cabeza ante la opresión y la injusticia.
M. D. Alvarez
lunes, 28 de enero de 2013
Demonios ocultos.
Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas, me dirijo a buscar a mis demonios, para enfrentarme con ellos de una vez por todas. No los sometería mediante las drogas, debía vencerlos por mi mismo.
© M. D. Álvarez
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