miércoles, 10 de abril de 2024

Aullido de dolor.

Aquel aullido era de un dolor intenso, un dolor tan profundo que hizo estremecer a la misma tierra y temblar de miedo.

Su furia se desató contra todos aquellos que habían fraguado la trampa con la que habían atrapado a su pareja y le habían dado muerte.

No habría clemencia para nadie. Les haría sufrir de la misma forma en que él estaba sufriendo. Cuando aplacara su ira, volvería con su camada y cuidaría de sus crías como un buen padre.

M. D. Alvarez. 

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