-¿Abuelo por qué yo no tengo un número grabado como el tuyo?
-Porque tu eres único. -Dijo con cara de fingida tristeza. Eres único por tus ojos violetas y tu cabello rubio.
-Pero yo quiero un número como el tuyo. Le dije.
La abuela y sus padres también tenían un número grabado en el antebrazo.
-Cuando seas mayor lo entenderás. -Dijo su madre afligida por no poder explicárselo de una forma sencilla.
Toda su familia, salvo su padre habían sobrevivido a Auswisch por la rara pigmentación de sus ojos.
M. D.Alvarez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario