martes, 16 de abril de 2024

Vinieron de fuera.

De la noche a la mañana, misteriosas moles de setecientos metros surgieron, estratégicamente ubicadas frente a todas las bases militares. Su aparición interrumpió las comunicaciones entre el mando y las bases, y su presencia no auguraba nada bueno.”

Lo que ocurrió a continuación nos pilló por sorpresa. No sabíamos a qué habían venido, pero nada bueno presagiaba la situación de los monolitos.

Aunque parecían gigantescos menhires, nada nos avisó de lo que podían hacer, solo unos picos nos dimos cuenta de que desprendían gran cantidad de energía que utilizaron para destruir nuestras defensas. 

Habíamos sido derrotados y ahora estábamos a su merced. Y al parecer lo único que querían era comer, pero tenían un gusto insano por nuestra carne. Ahora nosotros somos su ganado.

M. D. Alvarez 

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