jueves, 11 de abril de 2024

El fulgor.

Su determinación era firme. Sentado en la posición de loto sin ropa que lo resguardara del frío, se concentró hasta que logró no sentir frío. Sus compañeros lo buscaban tratando de salvarle la vida, pero él tenía que dejarlos, tenía que partir y quizás ya no lograría volver. 

Su mente logró disociarse de su cuerpo y vio llegar aquellas formas oscuras que deseaban introducirse en su cuerpo. No se lo permitiría, porque si lo lograban, entrarían en nuestro maravilloso mundo. En ese momento tomó consciencia de su verdadero poder y las fulminó sin dejar ninguna. Fue entonces cuando vio llegar aquel resplandor que lo devolvió a su cuerpo.

Ella le reclamaba, y sería suyo para siempre. Siempre volvería junto a su preciosa esposa y su pasión por la vida.
M. D. Alvarez 

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