jueves, 29 de febrero de 2024

¿Con conciencia, o sin ella? (Versión mejorada)

Su conciencia, como un Pepito Grillo persistente, le susurraba: "¡No lo hagas!". Pero el bol lleno de ositos de gominola seguía llamándole, desafiando su autocontrol. La lucha interna se intensificaba.

Entonces, en un rincón oscuro de su mente, apareció un personaje de color rojo, con cuernos y cola. Con una sonrisa malévola, le dijo: "¡Adelante, que no pasa nada!". Empujó a su conciencia vencida y la dejó atrás.

Así, con el permiso del diablillo interior, se zambulló en el bol de ositos de gominola, sin remordimientos ni miramientos. El dulce sabor de la transgresión llenó su boca, y por un momento, todo estaba permitido.

Pero, ¿a qué precio? ¿Qué consecuencias le esperaban más allá de ese instante de placer? Solo el tiempo lo diría. Mientras tanto, el personaje rojo se relamía, satisfecho de haber ganado esta batalla en la mente de nuestro protagonista.

Y así, entre ositos de gominola y dilemas morales, continuaba la historia de una elección que podría cambiarlo todo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario