La música de Jean Michel Jarre la transportaba a su mundo onírico, donde ella tomaba las riendas de su destino, un destino lleno de peligros e incertidumbre, donde la aguardaban sus amigos para ayudarla a mantener el orden natural de las cosas.
El disco de "En attendant Cousteau", los tres primeros temas, todos ellos titulados "Calypso", eran sus temas favoritos. Con ellos era capaz de volver a su rutina diaria después de salvar al mundo.
M. D. Álvarez
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