viernes, 6 de septiembre de 2024

Vivir, o morir.

El vaso permanecía caliente mientras él la besaba con cariño. Aquella bebida lo podía salvar o matar; solo su determinación lo decidiría.

Deseaba con toda su alma vivir junto a ella, su alma gemela, pero si titubeaba, moriría sin remisión. Se llevó el vaso a los labios y bebió sin miedo. La bebida tenía un sabor entre dulce y picante. 

Sintió cómo el líquido bajaba por su garganta, llenándolo de un calor abrasador y sintiendo un dolor inigualable. 

Ella lo mantenía abrazado, sintiendo el calor que emanaba de él. No lo soltó, permaneció a su lado. 

Pasados unos minutos, el dolor cesó y aquel calor abrasador disminuyó. Le hicieron un análisis de sangre para comprobar su estado. Al fin llegó el día y asistieron los dos. 

El doctor le dio buenas noticias: la hepatitis de tipo B estaba remitiendo, pero todavía quedaba un largo camino por transitar, aunque lo harían juntos. Ella lo sostendría cuando lo necesitara y él la protegería con todas sus fuerzas.

M. D. Alvarez 

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