Criaturas como aquellas solo se veían en mundos ocultos a los Soles amarillos, solo aparecían cuando su sol era oscuro y tenue.
La apariencia de las criaturas no carecía de una extraña belleza; eran estilizados y hermosos, pero también había criaturas dantescas con cuerpos gigantes, con miembros desproporcionados y torpes.
Esta es la historia de una de las más bellas criaturas de los mundos oscuros. Tenía, a pesar de su oscuridad, un corazón noble y sincero, una estatura de 1,65, cabello negro azabache, ojos de un vivo color violeta y una sonrisa que dejaba ver unos incisivos blancos.
Siempre anhelando algo que nunca conoció y siempre deseó. Un día, algo le ocurrió a su sol oscuro: comenzó a tornarse poco a poco en azul celeste, destruyendo a las criaturas más grandes y torpes, pero a nuestra criatura no le afectó.
Siguió vagando por su nuevo mundo, pero esta vez ya no había monstruos que lo atacaran, sino que ahora estaba lleno de criaturas parecidas a él.
M. D. Álvarez
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