lunes, 9 de septiembre de 2024

La tetera.

La tetera era el bien más preciado heredado de mi difunta madre, elaborado con la porcelana más pura y decorado con motivos selváticos. 

Las tacitas, de un gusto refinado, estaban decoradas con los mismos motivos. La saqué en raras ocasiones, como en esta ocasión en la que la había invitado a tomar una taza de té. 

Ella disfrutó tomando el té y observando los bellos detalles de la tetera. Llevábamos saliendo alrededor de un mes hasta que me decidí a invitarla a mi casa. 

Yo había perdido a mi madre en un proceso doloroso que me la arrebató en el plazo de 5 meses.

M. D. Álvarez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario