jueves, 12 de septiembre de 2024

Unión

Con sus dos hijas y su pareja, era inmensamente feliz, estaba completo y satisfecho. Las amaba con locura.

Aquel día, en su playa privada, ocultos a miradas aviesas, le pidió su mano con ternura y calidez. Ella le dijo que sí, que lo quería más que a su vida.

Dos meses después, se unieron en matrimonio, donde sus dos pequeñas llevaron los anillos, se recitaron los votos más hermosos y unieron su amor con un beso apasionado.

Después de la emotiva ceremonia, él y su pareja se embarcaron en una luna de miel inolvidable. Decidieron visitar la mágica Isla de los Delfines, un lugar remoto y paradisíaco que solo unos pocos afortunados conocían.

La isla estaba rodeada de aguas cristalinas y playas de arena blanca. Los delfines nadaban cerca de la costa, saludando a los recién casados con saltos y piruetas. El aire olía a sal y a flores exóticas, y el sol brillaba intensamente en el cielo.

Durante el día, los dos exploraban la isla de la mano. Descubrieron cuevas secretas, se bañaron en cascadas escondidas y se deleitaron con frutas tropicales frescas. Por las noches, cenaban bajo las estrellas en la playa, con el sonido suave de las olas como música de fondo.

Una tarde, mientras caminaban por la orilla, encontraron una botella con un mensaje dentro. El papel estaba amarillento y desgastado por el tiempo. El mensaje decía:

*"A quien encuentre esta botella, les deseo un amor eterno y lleno de aventuras. Que cada día sea un nuevo capítulo en su historia juntos. Firmado: un soñador solitario"*

Ambos se miraron con complicidad. ¿Quién habría escrito ese mensaje? ¿Cuántos años habrían pasado desde que la botella fue lanzada al mar?

Decidieron guardar la botella como un tesoro y prometieron seguir escribiendo su propia historia de amor. En la Isla de los Delfines, el tiempo parecía detenerse, y cada momento se volvía más precioso..

M. D.  Alvarez 

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