martes, 3 de septiembre de 2024

El mal más puro

Bajo toneladas de tierra estratificada, la excavación estaba avanzando muy lentamente hasta que uno de los lugareños encontró  una formación rocosa que tenía una forma un tanto peculiar parecía una puerta con sus goznes, marcos y tirador pero era imposible a aquella profundidad podria tratarse de una cultura prediluviana . 

Siguieron escabando hasta despejar la entrada de lo que parecía un gran templo; sobre el dintel, unos extraños signos. 

Después descubriríamos que era una advertencia. Abrimos la puerta  y Encontramos una sala gigantesca con pilares, altares y hornacinas. 

En el centro de la sala se encontraba un altar de piedra negra pulida ricamente, de unas dimensiones colosales, y sobre él un jarrón de alabastro ricamente decorado con hilos de oro; su tamaño era de 15 centímetros.

Lo que ocurrió a continuación fue una concatenación de hechos desafortunados. Los lugareños se negaron a entrar, así que cruzamos el dintel y nos hicimos con el jarrón, que estaba sellado con una tapa de azabache. Torpemente, se nos cayó y liberamos de su contenedor al mal en su estado más puro. 

Os preguntaréis: ¿Qué ponía en el dintel? Os lo voy a decir: "In gadur ba kolrdur whur lask kire fhiler bhaki".

""No liberéis al señor de la oscuridad eterna".

Si lo hubiéramos traducido, en vez de entrar y tocar lo que nunca debió salir a la luz...

M. D. Álvarez 

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