martes, 10 de septiembre de 2024

Ghawun.

Y dale a enviar ya, le apremia su comandante. Estaban sitiados en aquella ciudadela, se veían desbordados, casi sin víveres y sin munición.

Si los refuerzos no llegaban, serían masacrados sin piedad. Al cabo de una lucha pírrica en la que los soldados seguían fielmente las órdenes de su comandante, lograron contener el avance de los ghawun. Eran unos seres aterradores con cuatro brazos broncíferos, dos piernas reptileanas y una cabeza. Pero lo espantoso de la cabeza era que tenían cuatro ojos, no tenían nariz y la boca estaba cuajada de dientes afiladísimos..

Gracias al valor demostrado por su comandante, que aún herido de gravedad siguió luchando junto a sus hombres, consiguieron que los ghawun no lograran tomar nuestro bastión. Por fin llegaron los refuerzos, pero tarde para la gran mayoría de los fieles soldados.

M. D. Álvarez

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