domingo, 1 de septiembre de 2024

La noticia .

"Y dale a enviar ya", le sugirió su redactor jefe.

La noticia era buenísima e inquietante.
"Se hallan los restos mortales de un ser decapitado".

Si habéis oído bien, un ser, no una persona o animal. Un ser de gran envergadura de color verde esmeralda. Lo curioso es que lo habían decapitado salvajemente posmortem después de ensañarse torturándolo.
Yo descubrí su cadáver en la sima de los huesos de Atapuerca cuando llevaba a cabo la limpieza de una de las paredes. Tras unos cascotes, descubrí una pequeña oquedad a través de la cual pude ver el cuerpo perfectamente conservado pero sin cabeza. Cuando tuvimos acceso, sacamos el cuerpo con la mayor delicadeza.

La noticia corrió como la pólvora, todos los curiosos se apelotonaban frente al laboratorio forense que está en el Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro, ubicado en Santiago de Compostela.
Los forenses tardaron en efectuar todas las indagaciones un mes y ahora teníamos acceso al informe que decía así..

"El ser encontrado en la sima de los huesos de Atapuerca fue brutalmente torturado y decapitado sin piedad por criaturas que no son de este mundo. Los restos encontrados bajo las garras no pueden ser identificados, al igual que no podemos identificar al ser en sí. Tiene forma antropomórfica, pero la huella del ADN no es ni de lejos humana".

La noticia fue la comidilla de los grupitos de conspiranoicos.

M. D. Álvarez

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