Lo más hermoso de este mundo es que, seamos como seamos, nos sintamos orgullosos de nuestras diferencias.
Donde quiera que me vean, soy una persona educada, afable y cortés, pero la sociedad me dice que no sea amable, educada ni cortés con mi prójimo.
Lo que la sociedad no sabe es que llevo una furia innata en mi interior, y cuanto más me sigan pinchando, más y más crece mi ira. Luego, que no me pidan explicaciones si provoco un despertar furioso de mi alma oscura.
M. D. Álvarez
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