Viendo la televisión, me di cuenta de lo frágil que es la naturaleza humana. Las noticias son siempre las mismas: asesinatos, guerras, violaciones, y todo esto antes de desayunar. Me pregunto qué pasará en el transcurso del día, y todo esto se repite día tras día.
Cuando nos despertemos... y si no lo hacemos, ¿qué quedará de la naturaleza humana? Nada más que un rastro de sangre y violencia.
Él se levantó de su sillón y se dirigió a la calle donde un grupo de ciudadanos poco cívicos estaban golpeando a un pobre inmigrante.
No pudo contenerse y les recriminó, diciendo: Vosotros también vinisteis de fuera y ahora os vanagloriáis de ser de pura cepa, pero no es verdad, todos somos inmigrantes en este mundo.
Los ciudadanos cabizbajos se retiraron a sus casas, dejando al joven dolorido y tirado en la calle. Él lo llevó al hospital y se quedó esperando a los médicos. Se preocupaba por todos, él también fue un emigrante y, por tanto, inmigrante en otro país.
M. D. Álvarez
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