Sus nacimientos estaban marcados por las fases de la luna: Jhesván, Khislerv, Thevet, Sevhat, Aldar, Nushán, Iyhar, Shiván, Tharmuz y Alvur. Nuestro favorito y benjamín, cuyo nombre significa "cañas", fue concedido en un cañaveral, el mismo en el que nos conocimos. Siempre será nuestro pequeño, amado.
El primogénito, Jhesván, cuyo nombre significa "la octava luna", creció grande y fuerte, lleno de vigor y fortaleza. Khislerv, cuyo nombre significaba "abundante", les dio grandes alegrías. Thevet, la dorada, fue la alegría de su vida, su primera hija. Sevhat, cuyo nombre derivaba del "serval", era un hermoso felino. Aldar, el ecuánime, sería uno de los mayores jueces. Nushán, cuyo nombre significa "la bendecida", tenía el pelo rojo como el fuego; Iyhar, la guerrera, luchó por el honor de su familia; Shiván, el ágil, era flexible como los juncos y un gran bailarín; Tharmuz, el tozudo, no se le resistía nada; y, por último, y no menos querido, Alvur, concebido al albor de las cañas y un gran cazador.
Todos estos son nuestros hijos, a cada cual más extraordinario. Son fruto de mi unión con la más pura y adorada de todas las fhardail.
M. D. Álvarez
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