domingo, 11 de mayo de 2025

El grupito de jovencitas.

¡Es él! ¡Es él! oyó que gritaban. Se volvió para ver qué ocurría y vio a un grupito de jovencitas que lo señalaban, locas de excitación, y dando grititos echaban a correr tras de él. No tuvo más remedio que calarse la gorra de béisbol y se metió en el metro. Las vio pasar de largo; al llegar a su casa, ella lo esperaba..

—¿Qué pasa? —preguntó, viendo la cara de preocupación de él.

—Hoy me han perseguido un grupo de jovencitas.

—Será porque eres el chico más encantador y adorable que han visto —dijo ella, quitándole hierro al asunto.

Al día siguiente, en el gimnasio, mientras entrenaba, se sentía observado por miradas lujuriosas.

—Si es que así no es posible —dijo, cabreado..

¿Otra vez? —preguntó ella.  
—Si es que yo no hago nada —refirió él, apenado.  

—Cielo, eres adorable y achuchable. Tus dulces ojos azules y tu denso pelaje te hacen irresistible. No puedo enfadarme con ellas por querer devorarte con la mirada. Tú eres mi lobo y nadie te pondrá la mano encima si no soy yo —dijo ella, acercándose sinuosamente—. Esta noche serás mío —le susurró al oído.

M. D. Álvarez 

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