-¿De qué te sorprendes? Siempre me has gustado y he decidido tirar la casa por la ventana", dijo él viendo su cara de incredulidad.
-Y no se te ocurre nada mejor que regalarme unas vacaciones en Tahití.
Él sabía que ella estaba cansada y necesitaba unas largas vacaciones, y ¿dónde mejor que en las bellas playas de arenas blancas y aguas cristalinas?
Ella sabía que él la quería y deseaba complacerla, por eso accedió con una condición: que él la acompañara.
M. D. Alvarez
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