jueves, 8 de agosto de 2024

Vacaciones en Tahití.

Ella lo observaba con incredulidad. Sabía que él nunca había sido tacaño, pero ¿aquél regalo le debió costar un riñón?
-¿De qué te sorprendes? Siempre me has gustado y he decidido tirar la casa por la ventana", dijo él viendo su cara de incredulidad.

-Y no se te ocurre nada mejor que regalarme unas vacaciones en Tahití.

Él sabía que ella estaba cansada y necesitaba unas largas vacaciones, y ¿dónde mejor que en las bellas playas de arenas blancas y aguas cristalinas?

Ella sabía que él la quería y deseaba complacerla, por eso accedió con una condición: que él la acompañara.

M. D. Alvarez 

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