domingo, 25 de agosto de 2024

El furor de Ares.

Ares era el dios de la guerra, pendenciero y peleón, siempre preparado para la batalla. No le sentó nada bien que su padre, el omnipotente Zeus, le negara la intervención en una de las más grandes batallas, la gigantomaquia, sobre todo porque siempre iba en contra de su padre.

Se quedó rumiando, cabreado y enojado contra todos, tanto su padre como contra sus hermanos. Solo su madre, la diosa Hera, conocía su carácter vengativo.

Ella lo calmó y le aseguró que pronto tendría su justa venganza. Llegado el día, Ares fabricó un hacha monstruosa que utilizaría contra todo aquel que tratara de privarle de entablar combate contra su padre.

Lo que ocurrió a continuación no está escrito en los anales del tiempo, porque aún hoy en día siguen peleando denodadamente.

En noches de tormentas se oye el entrechocar de sus armas y la batalla entre los dos no tiene fin. Las heridas infligidas entre ambos se sanaban instantáneamente al ser dioses, son inmortales.

M. D. Álvarez

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