No se ofrecían sacrificios de ese tipo tan a la ligera. Esta sería la tercera vez que se exigía sacrificar a alguien diferente a todos los demás, y lo singular de ella era que se ofreció voluntaria para perecer y renovar al astro rey que había comenzado su declive.
Su sacrificio sirvió para darnos un nuevo sol mucho más vigoroso y luminoso. No os inquietéis si sois diferentes, porque en la diferencia está el poder. Y el sol que ella nos dio será perpetuo.
M D. Alvarez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario