Era capaz de alcanzar los 80 km/h, pero aquella liebre era mucho más veloz. ¿Cómo iba a saber que tras aquel pelaje de liebre había un droide capaz de alcanzar la velocidad de 90 km/h?
Por eso se sorprendió cuando su dueño lo felicitó. ¡Había ganado la carrera!
M. D. Alvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario