La última alma humana que nos queda, dijo el ángel repartidor.
¿Estás seguro? preguntó el ayudante.
Lo acabo de comprobar, el almacén de almas estará vacío.
¿Y ahora qué hacemos? ¿Le preguntamos a ÉL?
Ni mucho menos, ÉL lo sabe y lo ve todo. Seguro que ya lo sabe y tendrá preparado un plan de contingencia.
M. D. Alvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario