lunes, 30 de septiembre de 2024

Draufing. (Segunda parte)

Al llegar a la cima de la gigantesca torre, me encontré con un gigantesco templo presidido por una gran estatua de Ares, con la monstruosa daga en sus manos. 

Tras él se abría un inmenso templo lleno de bajorrelieves de batallas donde se representaba a Ares asesinando a los Olímpicos y quedándose con sus armas: el (Fulghar), el rayo de Zeus, (el Thridhun), el tridente de Posidón, la (Lhanghen), la lanza de Atenea, los (Fhilghing y Shaghir), los arcos de Apolo y Diana. Todas éstas armas eran más poderosas que nuestras bombas nucleares juntas.

Os preguntaréis para qué quería hacerme con semejante arsenal. Muy sencillo, teníamos nuevos enemigos que amenazaban con atacar nuestro planeta, y debíamos utilizar todo lo que tuviéramos contra los bhurdrum, una especie invasora que se alimentaba de mundos densamente poblados, pues se alimentaban de la población.

M. D. Álvarez .

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