viernes, 27 de septiembre de 2024

Mirada tormentosa.

Sus miradas se cruzaron en aquella tormenta originada por los malos recuerdos alojados en ambos corazones, con roturas dolorosas y reencuentros apasionados y placenteros.

Él mantuvo su mirada clavada en ella mientras la lluvia torrencial lo empapaba por completo. Ella, con una mirada pícara, lo escudriñó hasta lo más profundo del alma para ver si podía confiar en él.

Lo escudriñó a fondo y cuando estuvo segura de que era de confianza, le saltó al cuello, colgándose de él, y comenzó a besarlo apasionadamente sin que él opusiera resistencia. Es más, se unió a ella en arrumacos y besos.

M. D. Álvarez 

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