viernes, 27 de septiembre de 2024

Fénix.

En aquella piedra consagrada se había sacrificado la última especie con el poder de volver a la vida.

Llevaba más de tres mil años habitando este mundo caótico y podrido por la avaricia de los pobladores que codiciaban su eternidad.

No se lo permitiría, no se haría con su habilidad, tan solo un igual lo traería de vuelta como su sosias. Ardió hasta los huesos con ese plumaje rojizo, el fénix dejó de existir.

Hasta quién sabe si volverá a la vida por mediación de su espíritu inquebrantable y sus ansias de vivir.

Renacerá de sus cenizas para traer la esperanza de que hay algo mejor en el mundo, a pesar de que tratemos de destruirlo, hasta los cimientos

M. D. Alvarez 

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