sábado, 11 de mayo de 2024

Leviatán encadenado.

¿Y cuándo será el incendio? quiso saber el ángel guardián de las cadenas que sujetan al Leviatán, que incendiará nuestro mundo.

- Eso solo lo sabe el altísimo -dijo el compañero apuntando con su dedo hacia arriba. Y por lo visto, solo lo liberan cada 5000 años.

Es que esto de crear y destruir debe ser muy complicado -aseveró un tercero que pasaba por allí.

Lo digo porque me están entrando unos retortijones. Espero que no sea hoy el día -dijo, mirando al gigantesco Leviatán.

Este, a su vez, los miraba con desdén, sabía lo especial que era. Lo habían creado para destruir los mundos fallidos.

Su aspecto era aterrador: de gigantescas proporciones, tenía todo el tronco lleno de púas de diamante, dos aterradoras alas que lo llevaban donde quisiera, sus patas y brazos eran de acero bruñido y su cabeza parecía de tungsteno, con una boca con una fila de dientes de titanio del tamaño de un transatlántico, pero lo más aterrador eran sus ojos, unos ojos rojos como el fuego, capaz de paralizar y abrasar todo lo que él observaba. 
M. D.  Alvarez 

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