martes, 14 de mayo de 2024

La ajedrecista.

A mi mujer no le gusta que le fastidien sus estrategias y sabe cómo hacérmelo pagar. Cada vez que le estropeo sus planes de conquista, tengo que estar dispuesto a cargar con las consecuencias. Aún ahora, no sé por qué me entrometía. ¿Será por la sensación de poder, o será porque ella consigue todo lo que quiere? No lo sé, pero esta vez no me lo perdonará, el ajedrez es su pasión, jamás ha perdido una partida y acabo de fastidiarle su primer puesto en el escalafón de los mejores ajedrecistas del planeta.
¿Su modo de castigarme? Sabe que no soporto que no me hable, entre otras cosas.
M. D. Alvarez 

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