domingo, 5 de mayo de 2024

Eclipse.

Desde que tengo turno de noche, apenas coincidimos. Ella era la vigía de día y a mí me tocaba la noche, con sus criaturas nocturnas y sanguinarias. Vigilamos para que no interfieran en el equilibrio del cosmos, y si intentaban cruzar la barrera, deberíamos cazarlos.

¡Yo soy la luna y ella es el sol! Estamos condenados a no vernos salvo en los eclipses. En esos momentos, aprovechan para cruzar las sombras hacia la luz y la luz hacia la oscuridad. Tienen poco tiempo, pero lo aprovechan e intentan atraerse mutuamente. Sin embargo, no les valdrá de nada, porque en cuanto nos separemos, cada uno vuelve a su redil. Tenemos poco tiempo, pero nos amamos intensamente y retornamos a nuestro lugar. Ella a la luz y la oscuridad, para mí.

M. D. Alvarez

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