jueves, 16 de mayo de 2024

La primogénita.

Su dolor era tan angustioso y lacerante que su grito desgarrador fue tan potente que se oyó a cientos de kilómetros. Así fue como lo encontraron sus amigos, quienes no se atrevieron a acercarse.

En aquellos momentos tan lamentables, su furia se fue haciendo cada vez más incontrolable. Descubriría quién había asesinado a su pequeña. Y lo despedazaría, se bebería su sangre. Solo entonces su ira se aplacaría un poco, poco. Pero no encontraría la paz hasta que descubriera por qué a ella.

Su compañera trató de consolarlo, pero solo consiguió fundirse con él en un abrazo de verdadero dolor. Los dos estaban rotos de pena. Sufrían la pérdida de su primogénita. Ella lo seguiría en su búsqueda de venganza hasta el final de los tiempos.

M. D.  Alvarez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario