Solo mi compañera conoce mi secreto, aquel que llevamos milenios buscando.
¿De dónde venimos? Ella guarda mis espaldas y cuida de mí. Si tuviera que elegir entre ella o mi secreto, lo tengo muy claro: la elegiría a ella, siempre la escogería a ella.
Solo lo compartiré con unos pocos. Venimos del polvo de estrellas que moribundas intentan permanecer, aunque solo sea en su progenie.
M. D. Alvarez
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