Su corazón latía con una fuerza inusitada. Era como un purasangre corriendo al galope.
Su recuperación había sido increíble, pero él sabía por qué se había recuperado tan deprisa: había sido por ella.
Ella le besó y le dio unas ganas de vivir que hasta entonces no había tenido. Amaba la vida y a ella también, pero su sangre corría por sus venas como un caballo desbocado, era como si su corazón tratara de salirsele del pecho.
Ella le cogió de la mano y tranquilizó su corazón. Sabía qué sentimientos tenía hacia ella. Él la amaba también y sabía que él pondría en riesgo su vida por ella. .
M. D. Alvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario