viernes, 19 de julio de 2024

Don limpio.

La habitación estaba impecable, como si no la hubieran estrenado, pero sí que la habían utilizado, porque en ella se había cometido un crimen perfecto, o casi perfecto. 

El asesino, que resultó ser Don Limpio, era meticuloso en los detalles. Sin embargo, esta vez no contaba con que el mejor policía dejaría una minúscula gota de sangre bajo la cama. Si no hubiera sido así, nos encontraríamos ante el crimen perfecto. 

El asesino quedó perplejo ante tan minúscula prueba y se derrumbó, confesando todo. Había sido descubierto por un descuido y gracias a Roger, el mejor sabueso y rastreador de la policía.

M. D. Alvarez 

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