viernes, 12 de julio de 2024

Orinar en la calle.

Me acerco y anoto sus nombres, lo de todos los días, siempre lo mismo, como si no hubieran sido ellos, como si fuera una urgencia.

Pero nadie quería pagar la multa por orinar en un espacio público.

Aún pillados con las manos en la masa,  se atrevían a decir que no habían sido ellos, pero es que algunos llevaban una merluza de campeonato y creían que estaban en un urinario público.

Pero lo que colmó mi paciencia es que me confundieron con un urinario.

De la multa que les puse, creo que ya no salen de casa sin haber hecho pis.

M. D.  Alvarez 

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