jueves, 18 de julio de 2024

la faz

En aquella laja se reflejaba lo que en principio parecía un botón, pero que con el transcurrir del tiempo se fue perfilando un rostro aterrador.

Era el auténtico rostro de la muerte que habían logrado atrapar en aquella gigantesca laja para que no campara a sus anchas por el mundo.

Con tan solo su visión te fulminaba de terror.

Era el rostro del ángel de la muerte que se encontraba a la derecha del señor tenebroso.

Va siendo hora de que campe de nuevo por nuestro mundo, pues lleva encerrada la friolera de 3000 años y este mundo tiene la necesidad de una buena criba, pues ya no cabe nadie más.

¿Cómo liberarla de su encierro? Nada más fácil que verter siete gotas de sangre de una virgen sobre la ciclópea lastra. Sería suficiente para liberar al ángel de la muerte de donde fue encerrada allá por los albores del año 1000 antes de Cristo.

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