jueves, 18 de julio de 2024

Neblina.

El suave murmullo de las olas al romper en la playa era lo único que lograba calmar su ira hacia la sociedad que le había privado de su humanidad. 

Si él había sido humano en algún momento del tiempo. Pero ahora no quería saber nada de la raza que lo había engendrado. 

Seguía pareciendo humano, pero por dentro sentía cosas, percibía el sufrimiento de un mundo distinto al que veía con sus ojos humanos.

Sabía que no pertenecía a este lugar, él era un poblador de la neblina atrapado en un cuerpo que no era el suyo, pero al que estaba atado hasta que hallara el portal que le llevara de nuevo a su mundo de niebla.

M. D. Alvarez

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