jueves, 25 de julio de 2024

Poder caprichoso.

El poder minó su fortaleza, pero no así su determinación. El poder era suyo y de nadie más. No se lo podrían quitar hasta que muriera, aún así no estaba seguro de que pudieran despojarle de él.

Había nacido con aquel don y desde pequeñito lo dominaba a voluntad, pero ahora en su ocaso no sabía si lo controlaba o era preso de su don. Todo el mundo acataba sus órdenes sin rechistar.

Todos salvo un grupo de ciudadanos que se negaban a cumplir su voluntad, pero de ellos ya no hay que preocuparse, ya que fueron aniquilados con un solo deseo.

Lo que le preocupaba ahora era saber si su esposa le ama de verdad o está influenciada por su poder..

M. D. Alvarez 

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