jueves, 23 de octubre de 2025

Odio.

Odiaba a su hermano con un odio tan visceral que los familiares le tenían miedo, un miedo atronador. No sabían de lo que sería capaz, pero nunca le haría daño. 

Es más, se quitaría de en medio si con ello conseguía que él se sintiera orgulloso de él. Sentía verdadera devoción por él, aunque siempre lo sacaba de sus casillas, ya fuera por pincharle o por darle un aliciente, aunque él no lo veía así. 

Creía que lo estaba castigando por su docilidad, pero tan solo quería que hiciera algo en la vida.

M. D.  Álvarez 

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