Sabían que podían contar con él para lo que fuera. A ella le gustaba ese puntito rebelde que tenía con ella. Entre ellos dos había una conexión especial.
Los dos eran Géminis y se atraían inexorablemente, se unirían en un amor tierno y dulce. Ella era lo suficientemente adorable y entusiasta, sabía lo que quería y lo lograría. Ahora lo quería a él y no habría fuerza lo suficientemente poderosa que le prohibiera amarlo.
M. D. Álvarez
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