sábado, 5 de octubre de 2024

La cita.

Con un aspecto formidablemente pero incómodo, se disponía a pedirle una cita a la chica de sus sueños.

Ella estaba en un corrillo con un grupo de amigas y amigos. En cuanto se acercó, ellos se plantaron delante para impedirle el paso y sus amigas quisieron llevársela de allí, pero ella insistió en quedarse, al parecer, a ella también le gustaba. 

El más gallito de sus amigos le espetó diciendo: "¿Y tú qué quieres? ¿No ves que ni siquiera te mira?" E intentó golpearle. Él esquivó el golpe, haciendo que el amigo perdiera el equilibrio y cayera de bruces. 

Los otros amigos quisieron golpearle, pero ella se lo impidió. "Dejadle en paz o os vais a enterar de quién soy yo", dijo ella. Él sabía que era de armas tomar. 

Ella le pidió que se acercara, lo llevó aparte y le pidió que no fuera tan duro con sus amigos, después de lo cual le besó dulcemente, sellando su relación que terminó con una boda fastuosa.

M. D. Álvarez 

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