miércoles, 2 de octubre de 2024

En caída libre

Su porte altruista y su apariencia salvaje no definían lo que sentía; un dolor taladraba su pecho de forma constante. Necesitaba estar con ella. Su último aliento fue para ella. La caída lo mataría o le rompería todos los huesos. Todos los medios se hicieron eco del cuerpo que caía desde gran altura y se agolpaban en la zona prevista para el impacto.

Todavía seguía vivo, aunque sumamente dolorido. No se podía mover y era ávidamente observado por los mirones. De pronto, distinguió entre los rostros ajenos el suyo, que se abría paso hacia él, seguido de los bomberos que hicieron que los curiosos se alejaran. Ella se aproximó y lo cubrió con mantas térmicas.

Se agachó y le susurró al oído: "Te quiero y no te vas a librar tan fácil de mí".

Él esbozó una tenue sonrisa a pesar de que le dolía todo.
Apareció una ambulancia que lo trasladó al hospital, donde se recuperó gracias a los cuidados de ella.

M. D. Álvarez

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