domingo, 16 de junio de 2013

Perplejo.



La sirena cautiva vomita pulpos de siete patas en la taza del váter, mientras su captor la mira incrédulo.

Cómo iba a saber él, que ella era alérgica a los cefalópodos…

© M. D. Álvarez

No hay comentarios:

Publicar un comentario