domingo, 9 de junio de 2013

El reencuentro.(Versión mejorada)

Había algo en aquel ser que me atraía, algo que resonaba vagamente en mi memoria. Sus ojos, de un color ambarino profundo, me escrutaban hasta lo más profundo de mi ser.

Me acerqué un poco más y pareció asustarse, aunque no retrocedió. Esperó a que yo diera el primer paso y avanzó cauteloso hacia mí.

- ¿No me conoces? –le oí decir.

- Me eres vagamente familiar –respondí.

Sus colmillos asomaron bajo una dulce sonrisa.

- Tienes mis mismos ojos –afirmó.

La promesa resonó en el aire antes de que sus dientes se hundieran en mi cuello.

Finalmente, había encontrado a mi padre. Ahora, los dos éramos criaturas de la noche, unidos por la sangre y la oscuridad. 

© M. D. Álvarez

No hay comentarios:

Publicar un comentario